Utiliza protector solar mineral o físico porque sus activos ayudan a formar una barrera para que no traspasen los rayos UV.
Dióxido de titanio y zinc porque ofrecen una protección física menos irritante para las pieles sensibles. Además, pueden contener ácido hialurónico para mantener la piel hidratada; niacinamida para calmar la piel y reducir las rojeces e irritación; y vitamina E para neutralizar los efectos de los radicales libres.
Protector solar del tipo químico porque te puede producir pruritos, enrojecimiento o picazón.
Si tu piel es seca, la recomendación es utilizar textura cremosa; si es normal o grasa, puedes optar por textura fluida
Si ese es tu caso, puedes ocupar fotoprotector del tipo químico en aquellas zonas que no sean sensibles. De todos modos, debes fijarte que el producto NO contenga parabenos, alcohol y conservantes.
Todos los días y cada 2 horas, de esta manera te protegerás de los rayos UVA y UVB.