Estimula la renovación celular, mejora la textura de la piel y ayuda a atenuar arrugas finas y
manchas causadas por el acné. Se usa solo por la noche y se recomienda comenzar su aplicación en días alternos.
También conocida como niacinamida. Fortalece la barrera cutánea, reduce el enrojecimiento y aclara manchas.
Tiene un efecto antiinflamatorio y es apta para todo tipo de pieles, incluso aquellas con rosácea, cicatrices de acné, manchas o sensibilidad.
Conocida como ácido ascórbico, es un potente antioxidante que ilumina la piel, estimula la producción de
colágeno y protege contra los radicales libres y la contaminación. Es ideal para todo tipo de pieles, especialmente aquellas opacas, con manchas o signos de envejecimiento.
También llamada tocoferol, es un antioxidante que protege la piel del daño ambiental, hidrata y calma. Es recomendada para pieles secas, sensibles o muy expuestas al sol. Suele combinarse con vitamina C para
potenciar sus efectos.
Conocida como pantenol. Hidrata, regenera, calma y favorece la cicatrización. Se recomienda para pieles
irritadas o con dermatitis.
Corresponde a los ácidos grasos esenciales. Fortalece la barrera cutánea, previene la pérdida de agua y mejora
la elasticidad. Es ideal para pieles muy secas o con eccema.
Mejora la circulación, reduce las ojeras vasculares, hematomas y rojeces. Es especialmente útil para pieles
con rosácea y para el contorno de ojos. También se recomienda tras procedimientos médicos.