Dermosolares
Los 5 pecados de verano que no debemos cometer
Estamos ad-portas del verano y solemos cometer una serie de pecados por intentar lucir mejor y más bronceados, pero que, al final, nos pasa la cuenta. El Dr. Rodrigo de la Parra, dermatólogo y profesor adjunto de la U. de Chile, explica las consecuencias de cada pecado de verano, para que los evitemos en beneficio de nuestra piel y de nuestra salud.
1- EXPONERSE AL SOL SIN PROTECTOR
El sol es muy dañino para la piel, por tanto, la advertencia es aplicar el protector solar en forma adecuada. “Esto significa ponerse cada tres horas filtro solar según el tipo de piel. Las pieles blancas y/o quienes hayan tenido antecedentes familiares o personales de cáncer de piel, deben usar factor 50 y aplicarse cada dos horas. Si se han mojado o se ha removido el producto, hay que volver a colocarlo. También, evitar exponerse al sol a las horas de mayor radiación, que es entre las 11 am y 16 PM”, advierte el especialista.
2- NO HIDRATAR LA PIEL EN FORMA ADECUADA
Con el calor y el sol, la piel tiende a resecarse, por lo que hay que humectarla constantemente, sobre todo la cara, brazos y piernas, con una crema hidratante adecuada según el tipo de piel. Si ésta es muy sensible, evitar los productos perfumados y usar aquellos recomendados por el dermatólogo tratante.
“A partir de los 50 años, la piel tiende a secarse más fácilmente, ya que las glándulas sebáceas, que son las que hidratan la piel en general, van perdiendo sus funciones, entonces hay que aportar más crema. Cuando la piel está seca, comienza a picar (prurito) y puede producirse reacciones alérgicas por inflamación secundaria y si se rasca, se puede sobre infectar, sobre todo en personas diabéticas que tienen más baja inmunidad a las alergias, produciendo dermatitis o eccemas, que es un trastorno que provoca enrojecimiento de la piel y picazón”, explica.
3- NO SECAR BIEN LAS ZONAS EN QUE SUELEN ATACAR LOS HONGOS
En este caso, hablamos de la planta y entremedio de los dedos de los pies; las partes íntimas, la ingle y glúteos. “Lo ideal es secar esas zonas con secador o papel desechable. Preferir calcetines de algodón, no sintéticos y zapatos con cierta ventilación”, sugiere.
4- EXPONER EL CABELLO A LA RADIACIÓN SOLAR
El pelo, al igual que la piel, también sufre las consecuencias del sol y de algunos químicos. Por tanto, es recomendable usar un champú adecuado para cada tipo de cabello. Si es graso, lavarlo con mayor frecuencia; si es seco o con tendencia a la caída, lavarlo más espaciado y con un champú más suave. “Incluso existen champús con protector solar; y aunque es un tema discutible, debieran usarlo las personas con cabello muy sensible o con poco pelo, porque tienen riesgo de cáncer de piel en el cuero cabelludo, sobre todos los hombres que tienen calvicie. Lo más práctico es usar sombrero grande, que tape toda la superficie del cuero cabelludo, orejas y cara”, sostiene el dermatólogo.
5- NO MIRARSE LA PIEL NI ESTAR ATENTA A LOS LUNARES
En esta época, en que hay una tendencia a descubrirse más la piel, hay que mirarse y revisar los lunares, ya que pueden cambiar de forma y color, sobre todo las personas de piel muy blanca y ojos claros.
Se debe consultar a un especialista, si alguno de ellos presenta alguna de las características presente en la famosa regla ABCD de los lunares:
- Asimetría: Si el lunar es asimétrico, es decir, si al dividirlo en dos mitades hay asimetría en una de las partes, es signo de sospecha.
- Bordes: Si los bordes no son nítidos e irregulares.
- Color: Si hay más de un color y se agrega el negro a un lunar café claro y café oscuro.
- Diámetro: Lunares mayores de 6 milímetros.
De los pecados, uno siempre se arrepiente. Recuerda, entonces, humectar muy bien la piel y aplicar siempre protector solar, sobre 30 para las pieles morenas y sobre 50 para las blancas.
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