En un contexto de información al instante y desde diversas fuentes a través de internet, los niños podrían aclarar dudas sobre su desarrollo a solo un click. Por eso es que la comunicación oportuna y veraz con los padres es clave, para que sus preguntas sobre pubertad y sexualidad sean aclaradas en el entorno familiar.
Lo primero que deben tener presente los padres o cuidadores, son los cambios físicos que viven los niños durante su desarrollo y conversarlos con ellos antes de que estas transformaciones ocurran.
En el caso de las niñas, los cambios propios de la pubertad son progresivos y se dan en el lapso de dos años. “El primer cambio puberal es la telarquia o crecimiento del botón mamario, lo que no debe ocurrir antes de los 8 años, seguido de la pubarquia o crecimiento de vello púbico, el estirón puberal y luego la regla. La aparición de olor axilar no es un signo de pubertad, sino de maduración de la glándula suprarrenal, y no debe aparecer antes de los 7 años”, describe la ginecóloga Dra. Claudia Zajer, presidenta de la Sociedad de Ginecología Infantil y de la Adolescencia, SOGIA.
Control pediátrico y ginecológico
Es importante, dice la Dra. Zajer, cumplir con los controles pediátricos anuales durante toda la infancia y no cesarlos a los cuatro o cinco años, como suele suceder. “El pediatra debería revisar mamas y genitales, también en varones, y derivar a un especialista si algo no está de acuerdo a lo esperado en el desarrollo habitual”, afirma la especialista.
En el caso de las niñas, la recomendación internacional es que, en caso de no existir ningún problema, el primer control ginecológico debería ser entre los 13 y 14 años, “con el objetivo de entablar una relación médico-paciente. Esta evaluación no requiere examen pelviano”, acota la Dra. Zajer.
Anticoncepción
Además de la función propia de los anticonceptivos, de inhibir la ovulación, los distintos tipos de píldoras también son efectivos para tratar algunas enfermedades o cuadros clínicos. “Tanto los anticonceptivos combinados y los que contienen progestinas puras, tienen efectos no anticonceptivos útiles, como disminuir el flujo menstrual, duración de la regla y dolor menstrual. Algunos de estos anticonceptivos son útiles en el tratamiento del acné y el hirsutismo”, señala la presidenta de SOGIA.
¿Cuándo una adolescente debería iniciar un tratamiento de anticoncepción?
La decisión debiera ser resuelta por los padres en conjunto con la hija e indicada por el ginecólogo tratante de la joven. “La anticoncepción debe ser evaluada por la paciente y el médico, de acuerdo a sus deseos y conductas y no solo se restringe a las pastillas anticonceptivas”, precisa la Dra. Zajer.
Conversaciones oportunas
La ginecóloga infanto-juvenil enfatiza que la educación sexual con los hijos debe iniciarse en la primera infancia, con información adecuada y pertinente para cada edad. “Como, por ejemplo, enseñando a los niños pequeños los nombres correctos de las partes de cuerpo. Pero iniciar la conversación en la adolescencia es llegar tarde”, asegura la Dra. Zajer.
Lo recomendable, reitera la especialista, es aclarar dudas e informar sobre la pubertad previo a su inicio. Sobre la llegada de la menstruación indica: “No darle una connotación punitiva a la regla, sino considerarla como un aspecto general de la salud de la mujer. Además, se debe dialogar sobre el funcionamiento de los órganos sexuales y del embarazo. Hablar estos temas tan básicos, prepara el camino para conversaciones sobre sexualidad: concepto de intimidad, consentimiento, entre otros”.
A modo de tips la Dra. Claudia Zajer recomienda:
“Si no contestamos preguntas como: por dónde salen las guaguas y cómo llegó mi hermanito a tu guata, olvidémonos de tener una conversación real y sincera sobre sexualidad en la adolescencia, porque mi hijo no confiará en mí. Nunca debemos mentirles”, afirma.
Si los padres o cuidadores no se sienten capacitados para estas conversaciones, la Dra. Claudia Zajer propone informarse de buena fuente: “Libros como ‘Qué me está pasando?’ (de la autora Susan Meredith) o ‘Sexo inteligente’, libro chileno escrito por la ginecóloga infantil Dra. Andrea Huneeus, pueden ayudarlos a documentarse bien para conversar con los adolescentes”.
Recuerda que se debe hablar con los hijos e hijas sobre los cambios de la pubertad antes de que se produzcan y, a partir de eso, abordar temas de sexualidad, de acuerdo a la edad del menor, de manera sencilla y veraz.