El sol no sólo emite luz ultravioleta (UV), sino también un tipo de luz de alta energía denominada azul, que es parte del espectro lumínico visible. Esta también puede provenir de fuentes artificiales como las pantallas de los dispositivos fijos y móviles.
Beneficios
La luz azul es beneficiosa para la salud, pero si te expones a ella en exceso, como al pasar muchas horas frente a las pantallas, puede generar daños en la piel.
Entre sus efectos positivos, la luz azul proveniente del sol, sobre todo de la mañana, nos sirve para despertar, energizar el cerebro y regular el ritmo circadiano.
“Por ello es indicada por los psiquiatras para tratar desórdenes afectivos estacionales como algunas depresiones. También tiene propiedades antibacterianas, por lo que es útil en casos de acné. Cuando se usa para algunas de estas terapias son sesiones de menos de 20 minutos de 1 a 3 veces por semana”, explica la Dra. Cecilia Orlandi, dermatóloga y directora de Clínica Orlandi.
Daños en la piel
Sin embargo, la exposición desmedida a este tipo de luz puede afectar la piel.
“La luz azul es capaz de atravesar la epidermis, llegando a la dermis -que es la segunda capa- pudiendo alterar la función de barrera cutánea al inhibir la producción de algunos lípidos. Genera también radicales libres con el consiguiente daño a estructuras celulares. Estimula la pigmentación, especialmente en pieles más morenas, por lo que se empeora el melasma, así como otras fotodermatosis como porfirias y urticaria solar, entre otras”, precisa la especialista.
Tal como explica la Dra. Orlandi, los radicales libres que genera el exceso de luz azul favorecen el estrés oxidativo, un deterioro que es responsable del daño celular y del envejecimiento prematuro de la piel, que da lugar a líneas de expresión y arrugas prematuras, manchas, pérdida de elasticidad y de brillo.
Prevención
Para prevenir la sobreexposición a la luz azul es importante limitar la exposición a las pantallas y al sol, además, utilizar protector solar todos los días.
Además, existen otras medidas para proteger la piel de la luz azul, tal como lo explica la Dra. Orlandi: “Se han desarrollado los fotoprotectores con tinte beige, similares a una base de maquillaje, que absorben la radiación azul. También es
muy importante el uso de antioxidantes como vitamina C (ácido L-ascórbico) y vitamina E, entre otros, tanto por vía tópica como oral. Además, consumir frutas y verduras, porque su consumo es muy apropiado para este fin”, afirma.
Recuerda que la luz azul proviene del sol y también de dispositivos con pantallas. Si bien es beneficiosa, la exposición excesiva produce daños, como los radicales libres asociados al envejecimiento prematuro de la piel.