La urticaria es una reacción de hipersensibilidad, donde ocurre una estimulación exagerada de unas células cutáneas llamadas mastocitos, dando paso a la aparición de ronchas rojas o de habones -similares a una picadura de insecto-, que aparecen en forma espontánea y causan picazón en la superficie de la piel. Ocurre que estos mastocitos están presentes en todas las personas y, frente a algunas situaciones particulares, se vuelven hipersensibles, activándose con ciertos agentes que normalmente no producen dicha reacción.
“Cuando los mastocitos se activan, liberan sustancias, entre ellas la histamina, que es la responsable de las lesiones clínicas y del prurito o picazón, que son las características propias y distintivas de la urticaria”, explica el Dr. Fernando Valenzuela, dermatólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y de Clínica Las Condes.
Según explica el especialista, la urticaria se divide en agudas o crónicas, dependiendo de cuánto tiempo la persona presente síntomas de picazón y presencia de ronchas.
Si aparecen otros síntomas, hay que consultar
En cuanto a los efectos en la salud de la urticaria, el especialista advierte que en ocasiones la picazón es tan grave, que puede causar que las personas no logren descansar, dormir y se interrumpa por completo la vida cotidiana por esta patología. “Algunos pacientes también pueden presentar un aumento de volumen en distintas partes, más conocido como angioedema, como, por ejemplo, en la lengua, labios, en la vía respiratoria, lo que ya es síntoma de mayor gravedad. Entonces, cuando la urticaria comienza a ser un problema, se debe consultar al especialista. Es decir, en momentos de mucha picazón, cuando interrumpe nuestro sueño, si dura más de 6 semanas, en caso de no poder frenarla o cuando comienzan
las señales de angioedema. Y si la urticaria se presenta con otros síntomas, como fiebre, malestar general, decaimiento importante, dolor de articulaciones, desmayo, sueño excesivo o dolor de huesos, también debe consultarse”, aconseja.
Tratamientos
Según el especialista, gran parte de los pacientes que tienen esta patología, suelen presentar una urticaria aguda, es decir, que dura menos de 6 semanas y que desaparece espontáneamente. “En esos casos, no hay problemas que las personas decidan no hacer un tratamiento activo, sobre todo, si sus síntomas son leves. Sin embargo, si presenta una sintomatología exagerada, que interrumpe sus actividades de la vida diaria, el tratamiento son los antialérgicos o antihistamínicos de segunda generación, los cuales rápidamente disminuyen la picazón, formación de nuevas ronchas y hacen que los pacientes calmen sus síntomas, esperando que la urticaria remita espontáneamente”, afirma.
Y si bien hay cremas con mentol, alcanfor o con alguna otra sustancia mentolada o refrescante que calme el prurito, su utilidad es solo alivio sintomático y su uso excesivo puede causar irritación o dermatitis de contacto. “Lo más conveniente es usar cremas hipoalergénicas y suaves para no irritar más, pero recordemos que no importa tanto qué hidratante o jabón use la persona, ya que la urticaria es una enfermedad que va desde dentro hacia afuera”, aclara.
Lo más importante es saber que la mayoría de nosotros ha tenido o tendrá urticaria alguna vez en su vida y que será solo una anécdota. En caso de presentar síntomas adicionales, dirigirse al médico general, al pediatra -si es urticaria infantil-, al inmunólogo o dermatólogo.