Las heridas que supuran y pican suelen ser molestas, sobre todo para los niños. Este cuadro infeccioso de la piel es el síntoma principal del impétigo, una enfermedad que puede ocurrir a cualquier edad, pero que se da con mayor frecuencia en niños entre tres y diez años.
Infección bacteriana
“El impétigo es una infección bacteriana que genera lesiones purulentas en la piel, producida por bacterias como estreptococo o estafilococo, que afecta principalmente a zonas expuestas del cuerpo como rostro, brazos y manos”, describe el Dr. Víctor Manubens, dermatólogo de adultos y niños de Clínica Piel.
Evolución de las lesiones
Tal como indica el dermatólogo, las lesiones purulentas definen el curso de esta patología, las que se inician como llagas rojizas, para luego dar lugar a ampollas y costras que supuran pus. “Suele iniciar con lesiones solitarias como heridas con costra amarillenta que con los días se van diseminando”, acota.
Dada la condición contagiosa del impétigo, su transmisión entre niños suele incrementarse en ambientes como salas cuna y el colegio. Por ello la consulta médica y tratamiento oportuno es importante, junto con el reposo en casa mientras curse la patología.
Tratamiento tópico y oral
El tratamiento del impétigo depende principalmente de la extensión de las heridas. “Cuando es una única lesión o pequeña, el tratamiento suele ser con crema antibiótica. Sin embargo, al haber múltiples lesiones o de mayor tamaño es preferible el antibiótico oral”, señala el Dr. Víctor Manubens.
Por último, el especialista enfatiza en la necesidad de implementar las siguientes medidas:
Recuerda que el impétigo es una enfermedad de la piel contagiosa, que afecta con mayor frecuencia a niños. Su tratamiento oportuno y medidas de higiene son importantes para evitar su transmisión.