Impétigo, heridas que complican
La picazón es el síntoma más característico de esta patología. “Es una infección en la piel producida por bacterias, como estreptococo o estafilococo, que afecta con lesiones a zonas expuestas de la piel, principalmente rostro, brazos y manos”, describe el Dr. Rodrigo de la Parra.
El impétigo afecta mayoritariamente a preescolares y escolares, “principalmente niños desde los 3 a 10 años de edad, aunque en menor medida puede afectar a personas jóvenes o adultas,” precisa el Dr. de la Parra, dermatólogo y profesor adjunto de la Universidad de Chile.
Se trata de una enfermedad de fácil transmisión, por lo que el niño lo puede contraer en la sala cuna, jardín infantil o colegio, al interactuar con otro niño que ya esté contagiado. Una herida superficial puede ser la vía de ingreso para las bacterias de estreptococo o estafilococo que producen el impétigo.
Ampollas, cuadro distintivo
Esta patología presenta un cuadro sintomático característico, que son las lesiones purulentas que se inician como llagas rojizas, las que luego dan lugar a ampollas y costras que supuran pus.
Estas lesiones cutáneas pueden confundirse con otras patologías que también presentan ampollas, tales como: pénfigo vulgar, penfigoide buloso, o con picaduras de insectos.
Sin embargo, el Dr. de la Parra indica que las ampollas por impétigo suelen presentar pus y contenido purulento, a diferencia de las que se producen por picaduras de insecto que suelen tener un contenido líquido y transparente.
“Al inicio, las ampollas provocadas por esta enfermedad bacteriana se rompen y dejan una herida rojiza, las que supuran un líquido amarillento y luego evolucionan, formando costras con un tono similar al color de la miel”, describe.
Tratamiento y limpieza de heridas
El tratamiento para esta patología dependerá de la extensión y severidad de las lesiones ampollares, siendo los antibióticos tópicos u orales la principal línea terapéutica. “Existen antibióticos muy eficaces que pueden ser un muy buen tratamiento para lesiones localizadas y de no tanto tiempo, como por ejemplo clorafenicol, ácido fusídico o mupirocina. Pero cuando las lesiones son más extensas se puede usar antibióticos como azitromicina o cefadroxilo, o también mupirocina asociado a antibiótico oral”, señala el dermatólogo sobre los medicamentos para esta enfermedad, que deben ser indicados por el médico.
• La duración del tratamiento con antibióticos se extiende por, al menos, una semana.
• Las heridas, ampollas y costras deben limpiarse con gasa y suero fisiológico.
Prevención de contagio
Por último, el Dr. Rodrigo de la Parra señala que para prevenir el contagio de esta patología es importante mantener medidas de higiene básicas y precauciones, tales como:
• Mantener las uñas cortas y limpias, sobre todo en niños porque tienden a rascarse las zonas lesionadas.
• No compartir toallas y si en la casa hay una persona enferma de impétigo, debe secarse sus lesiones con pañuelos desechables.
• Los adultos no deben compartir artículos de aseo personal y rasurado, como máquina de afeitar.
• Los niños enfermos de impétigo no deberían asistir al jardín infantil o al colegio, sobre todo en la etapa más activa de la enfermedad.
• Tanto adultos como niños no debieran practicar deportes mientras cursen la enfermedad.
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