La radiación UV no solo es una amenaza para la piel, sino también para la salud capilar. Tras el fin del verano en que nos expusimos al sol y a otros factores que afectan el pelo, como el agua clorada, resulta oportuno recuperar su salud, brillo e hidratación.
Impactos de la radiación UV
“El sol y principalmente la radiación ultravioleta pueden dañar el cabello y su tallo piloso, provocando deshidratación y decoloración. El cabello puede adquirir tonos más claros, a veces rubios, se reseca e incluso se fractura”, dice el Dr. Robinson Guerrero, dermatólogo especialista en salud capilar, docente de la USACH y miembro de la Sociedad Chilena de Dermatología.
El cuero cabelludo también se ve impactado por el fotodaño, sobre todo en personas rubias y colorinas, además de quienes tienen el cuero cabelludo más expuesto por una calvicie incipiente o avanzada. “En caso de la exposición solar prolongada, es un factor que favorece el desarrollo de cáncer de cuero cabelludo”, advierte el especialista.
Daño capilar por efectos del cloro y flúor
Según advierte el Dr. Guerrero, el agua clorada de las piscinas y el contenido de flúor y cloro del agua potable también pueden irritar y provocar una dermatitis en el cuero cabelludo. “Tengo muchas pacientes extranjeras, como colombianas, argentinas y brasileñas, que presentan irritación del cuero cabelludo al llegar a Chile, solo por el efecto del cloro de nuestra agua potable”, afirma.
Además, el agua clorada puede resecar y decolorar el cabello. En particular, estos agentes externos pueden dañar el tallo piloso y su barrera lipídica, responsable de proteger el cabello del sol, la humedad y el viento, otorgándole brillo e hidratación.
“Por supuesto que el cloro de piscina puede ser un factor irritante y de sequedad del cabello”, advierte el Dr. Guerrero.
Tips para recuperar el cabello dañado
El Dr. Robinson Guerrero propone las siguientes medidas para devolver el brillo e hidratación al cabello que ha estado expuesto al rigor del verano.
Frecuencia del lavado de pelo
Por otro lado, el lavado del cabello de manera muy frecuente puede ser un factor que también influya en que se reseque y decolore. “El pelo se lava cuando se ensucia, solo en los casos de pelo graso recomiendo su lavado diario. En cambio, para pelo normal a seco se debiera lavar día por medio o cada dos días. Y si el pelo es muy seco lavarlo cada tres días, junto con la aplicación de acondicionador de manera abundante”, aconseja el Dr. Robinson Guerrero.
Recuerda que la radiación UV y la exposición al agua clorada pueden provocar deshidratación y decoloración del cabello. Para recuperarlo, se considera el uso de cremas capilares reparadoras y protección del sol.