Una de las funciones de nuestro cabello, además de la estética, es proporcionar protección contra la radiación UV al cuero cabelludo. La capacidad protectora del pelo está directamente relacionada con su densidad y color, siendo los cabellos oscuros y frondosos los más protectores.

“Por eso, a medida que el cabello se va adelgazando, poniendo cano o perdiendo, las zonas del cuero cabelludo expuestas quedan sensibles a quemaduras solares o a daño solar por la acumulación de radiación, y corren el riesgo de desarrollar cáncer cutáneo, como cualquier otra zona lampiña de nuestra piel”, explica la Dra. Yesenia Valenzuela, dermatóloga de Dermaclínica Temuco.