¿Sabes que tenían en común célebres mujeres como Olivia Newton-John, Soraya y Celia Cruz? Ellas murieron por cáncer de mama, y aunque dieron la batalla, la letal enfermedad pudo más que sus luchas por vivir.
El cáncer de mama es el crecimiento anormal de las células mamarias, que evoluciona hacia el desarrollo de un tumor maligno en el busto y que luego puede expandirse a otros órganos. Entre sus síntomas están los siguientes cambios en los senos o axilas:
¿Cómo prevenir los factores modificables?
En cuanto a los factores de riesgo no modificables, están los antecedentes familiares de la enfermedad, la edad (a mayor edad aumenta el riesgo) y haber tenido la primera regla antes de los 12 años, ente otros.
Entre los factores de riesgo modificables destacan el tabaco, la obesidad y una dieta alta en grasas y azúcares. “Fumar no solo se asocia a cáncer de pulmón, también provoca cáncer de mama. Está comprobado que el ejercicio aeróbico de 45 minutos tres veces a la semana, junto con una dieta sana y sin fumar favorece tremendamente la salud y en particular la prevención de este tipo de cáncer”, afirma la Dra. Pamela Salman, oncóloga y subdirectora médica de Oncovida.
Según datos de la OMS, la enfermedad es el tipo de cáncer más frecuente y la causa oncológica más común de muerte en mujeres a nivel mundial. Por ello es que dicha entidad promueve la celebración del 19 de octubre como el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, para informar sobre esta patología y promover su prevención oportuna.
“En Chile mueren 8,5 mujeres por cada 100.000 habitantes por cáncer de mama y su incidencia (cantidad de casos nuevos en un periodo de tiempo) es aún mayor, ya que se presentan unos 5.000 nuevos casos al año, lo que equivale al 10% de todos los cánceres. Estas cifras indican que es una enfermedad de alto impacto en Chile”, enfatiza la Dra. Salman.
Diagnóstico precoz hace la diferencia
Todos los cánceres tienen cuatro etapas de desarrollo, que son los estadios I, II, III y IV, siendo el primero el de una etapa inicial y el IV el más avanzado porque ha comprometido otros órganos. Mientras antes se diagnostique el cáncer de mama, idealmente en la primera o a lo más en la segunda etapa, mejor será su pronóstico. Por ello la detección temprana es clave para sobrevivir a esta enfermedad y curarla.
“Por eso es tan importante el diagnóstico y tratamiento precoz, porque hace la diferencia en que una mujer pueda sobrevivir. En esos casos es un cáncer curable en más del 90% de las mujeres”, dice la especialista.
Control anual y exámenes, lo más efectivo
Lo más efectivo para la detección precoz del cáncer de mama es el control médico anual que incluya los exámenes de la mamografía y la ecografía de mama, a partir de los 40 años de edad, aunque si la mujer tiene antecedentes familiares de la enfermedad deberá anticipar el chequeo y la mamografía. “Estos exámenes permiten detectar nódulos que suelen estar en etapas iniciales, lo que permite diagnosticar y tratar a tiempo el cáncer de mama”, indica la Dra. Salman.
Autoexamen de palpación
Otra forma de prevenirlo, aunque menos efectivo que la mamografía y la ecografía mamaria, es el autoexamen, sugerido a partir de los 20 años, el que se efectúa de manera sencilla a través de tres pasos:
“Ante la detección de cualquier elemento extraño en la palpación, o cualquier cambio en las mamas o en las axilas se debe consultar al médico a la brevedad”, aconseja la médico oncóloga.
Recuerda que el cáncer de mamá es curable si se trata de manera precoz, pero es una enfermedad mortal y de complejo pronóstico en etapas avanzadas.