Una de las razones más comunes por lo cual las mujeres suelen cambiar sus pastillas anticonceptivas hormonales es porque el patrón de sangrado -como goteo intermitente o ausencia de regla, entre otros- no es el que más les acomoda o ajusta a sus necesidades. Y en segundo lugar están los efectos no deseados, que pueden ir desde el dolor mamario, cefaleas, hasta cambios en el estado de ánimo.
Es cuando surge la pregunta: ¿Hay riesgo de embarazo al cambiar el tipo de anticonceptivos? El Dr. Alejandro Manzur, ginecólogo, presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Reproductiva (SOCMER) y jefe de Línea Gineco-Obstétrica de la Universidad Finis Terrae, parte primero por explicar que la mayoría de las píldoras anticonceptivas son combinadas, es decir, tienen un estrógeno y un progestágeno, y la mayoría de los estrógenos que se usa es el etinilestradiol. “Entonces, cuando una paciente cambia de pastillas es porque o quiere bajar la dosis de etinilestradiol o porque el progestágeno que está usando le provocó efectos no deseados”, afirma.
El gineco-obstetra agrega que hay progestágenos de varios tipos: algunos disminuyen los síntomas de hormonas masculinas y otros ayudan a quienes presentan retención de líquido, entre otros.
“Si es solo cosa de bajar los niveles de estrógenos, puede que el patrón de sangrado de esa paciente cambie. Mientras menos estrógenos, el sangrado será más escaso, pero también podría ocurrir que presente spotting o goteo”, indica.
¿Riesgo de embarazo?
Sobre si hay riesgo de embarazo al cambiar de un tipo de píldora anticonceptiva a otra, el Dr. Manzur es enfático en indicar que es casi improbable que ello ocurra. “Solo existe riesgo de embarazo cuando el intervalo sin hormonas es muy largo. Por ejemplo, si una paciente está tomando un tipo de anticonceptivos de 28 tabletas, que trae 7 de placebo, es decir, que está hecho para que durante 21 días tome el preparado con ambas hormonas y descanse 7 días, al día 8 debe comenzar a tomar una caja nueva. Si esa persona en vez de partir el día 8, parte el día 12, por ejemplo, claramente tiene un riesgo. Pero si esa mujer tiene la precaución de continuar de inmediato con sus nuevos anticonceptivos, el riesgo de embarazo es casi inexistente, porque el nuevo preparado hormonal seguirá cumpliendo de inmediato sus tres funciones: evitar la ovulación, alterar el moco cervical, que evita el paso del espermatozoide, y producir un adelgazamiento del endometrio que impide la anidación”, señala.
En el caso de mujeres en lactancia, la situación es distinta, advierte el ginecólogo. “Las mujeres que están amamantando pueden usar solo un tipo de anticonceptivo hormonal que es a base de sólo progestágeno. Si ella suspende la lactancia para partir con un anticonceptivo tradicional, podría haber un escape ovulatorio y correr riesgo de embarazo. Por eso es importante en estos casos una ecografía previa antes de cambiar de pastillas”, aconseja el Dr. Manzur.
Consejos ante un cambio de píldoras anticonceptivas
El cambio de pastillas hormonales, entonces, no debiera provocar temor. Lo importante es no dejar un intervalo largo libre de hormonas, sino que al terminar los días de placebo de la caja anterior, partir de inmediato con la nueva caja de anticonceptivos que se quiere probar.