¿Sudas por las noches? Descubre si es normal
A muchos les llama la atención que, con calor o frío, su cuerpo sude por las noches. Si bien, en la mayoría de los casos es algo normal, algunas personas pueden despertar con el pijama empapado de transpiración, lo que podría ser una señal o síntoma de alguna alteración física o del ánimo.
Primero que todo, se debe recordar que la sudoración es la forma natural en que nuestro cuerpo regula su temperatura para enfriarse ante el calor del ambiente o un cuadro de fiebre.
Termoregulador natural
El Dr. Héctor Fuenzalida, director técnico de Teleconsulta y Dermatología de Atrys Chile, explica cómo se produce el proceso de regulación de la temperatura corporal. “El sudor cumple la función de termorregular al organismo. El aumento de temperatura estimula a las glándulas sudoríparas a eliminar líquido que queda en la superficie y produce el enfriamiento de la piel. Además, expulsa toxinas del cuerpo”.
Si bien las glándulas sudoríparas se distribuyen en la piel por todo el cuerpo, se concentran en zonas como rostro, axilas, manos y pies, donde se presenta mayor sudoración. “Son zonas que tienen una mayor concentración de glándulas sudoríparas, las cuales reaccionan ante el incremento de la temperatura y producen sudor”, dice el dermatólogo de Atrys Chile.
Sudor nocturno
Aunque al dormir el cuerpo no tiene mayor movimiento, igual secreta sudor y, en algunas personas, suele incrementarse. El Dr. Héctor Fuenzalida explica por qué: “Se debe a que en la noche funcionan distintos sistemas que regulan la secreción del sudor. En la noche, al no haber distractores para la autorregulación del organismo, las glándulas se relajan y son estimuladas para producir una mayor cantidad de sudor”. También puede ocurrir que con el exceso de abrigo o en casos de algunos sueños, aumente la temperatura corporal y con ello la sudoración.
El sudor excesivo deja de ser normal cuando está asociado como un síntoma de alguna patología, como apnea del sueño, leucemia, hipertiroidismo, brucelosis (una infección bacteriana), osteomielitis y linfoma de Hodgkin, entre otras.
Además, existe la patología de hiperhidrosis, que es la sudoración excesiva en zonas específicas del cuerpo, una afección que suele estar asociada a cuadros de ansiedad. “La hiperhidrosis es una sudoración mayor a la habitual o en un sitio donde generalmente no se produce sudor. Hay una hiperhidrosis palmar, plantar y facial, vinculada con el estrés y las presiones. Si una persona se caracteriza por sudar poco y comienza a hacerlo en exceso, se recomienda consultar con un médico”, sostiene el especialista.
Para tratar la hiperhidrosis existen diversas alternativas, “desde tratamientos tópicos en base a aluminio hasta algunos antitranspirantes, lociones y cremas; también existe la opción de utilizar algunos mecanismos que bloqueen el estímulo nervioso sobre las glándulas que producen la secreción de sudor. Por ejemplo, el uso de toxina botulínica, neurotoxina elaborada por una bacteria y cuya versión más conocida es el bótox; la lontoforesis, tratamiento basado en la inyección de algunas sustancias con aplicación de cargas eléctricas controladas y medicamentos orales que se utilizan en otras patologías, pero que inhiben la secreción de estas glándulas”, detalla el profesional.
Recuerda que la sudoración es un proceso normal del cuerpo, incluso en la noche. Pero cuando es excesivo puede estar asociado a distintas enfermedades, por lo que es importante consultar a un médico.
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