El especialista aclara que la hipertensión se da por múltiples factores. “La principal, es la causa genética. El mayor porcentaje de los pacientes que presentan un aumento de la presión de la sangre, tienen hipertensión arterial esencial; una enfermedad crónica del adulto que se observa, generalmente, en personas mayores de 35, 40 años y que tienen familiares de primer grado hipertensos. Esta causa hereditaria puede manifestarse más temprano o de manera más intensa cuando están presente, además, otros factores ambientales como el sobrepeso, tabaquismo, consumo de mucha sal, etc”, indica.

Por tanto, las principales causas que aumentan la presión arterial son:

• Sobrepeso y obesidad “La persona, al aumentar su masa corporal, también debe aumentar el sistema de irrigación sanguínea, elevando la presión. Por otro lado, con la obesidad se desarrollan unas hormonas de contrarregulación, que hacen que la persona retenga más líquido, eleve la insulina o algunos corticoides, y todo esto termina subiendo la presión arterial”, afirma.
• Tabaquismo. La nicotina en sí misma es un factor de riesgo cardiovascular, ya que aumenta la frecuencia cardiaca y la presión. “El cigarrillo, además, eleva el depósito de colesterol o ateroesclerosis y el daño endotelial”, señala.
• Estrés. Este mecanismo de defensa del cuerpo dispara la adrenalina. “Y el estrés crónico no solo dispara la adrenalina, sino que también una serie de otras hormonas de contrarregulación que nos ponen en alerta y hace que nos suba la presión”, advierte.
• Uso de algunos medicamentos, en especial, aquellos derivados de los adrenérgicos. “La adrenalina sube la presión, por tanto, en un hipertenso se eleva mucho más. Hay medicamentos descongestionantes, para el resfrío o algunos para la cefalea, que pueden provocar aumentos bruscos de la presión arterial”, advierte.
• Exceso de consumo de sal. El sodio retiene agua, y al aumentar el agua en el sistema cardiovascular, aumenta la presión. Además, el sodio en las paredes arteriales hace que éstas se vuelvan más rígidas, lo que también aumenta la presión.
• Falta de actividad física. El ejercicio periódico fortalece el corazón, lo que contribuye a bombear más sangre con menos esfuerzo. Esto hace que la fuerza de la sangre sobre las arterias disminuya y, por tanto, la presión arterial baje.

Según indica el cardiólogo, más del 80 por ciento de los pacientes con hipertensión no tienen síntomas, que suelen ser dolores de cabeza, mareos, zumbido en los oídos y la aparición de luces blancas cuando cierran los ojos.