¿Te ha sucedido que al levantarte en la mañana sientes tu cuerpo rígido, con dolor e inflamación en las extremidades? Puede que sean molestias propias de la artritis reumatoide, por lo que deberías acudir a la consulta médica.
Así es la sintomatología distintiva de esta afección que en Chile afecta al 0,5% de la población. La artritis reumatoide puede presentarse a cualquier edad, aunque es más común en mujeres entre 30 y 40 años. Entre sus causas, se sabe que está asociada a una deficiencia en el sistema inmune relacionada con el proceso inflamatorio con que se inicia la enfermedad.
Trastornos generalizados
Según explica el Dr. Eduardo Wainstein, reumatólogo de Clínica MEDS, se trata de una patología articular inflamatoria que en su inicio afecta una membrana interna de las articulaciones, la membrana sinovial, desde donde se origina un cuadro con dolor y rigidez que puede provocar daños severos en las articulaciones. “La afección de esta membrana hace que se produzcan sustancias químicas inflamatorias que con el tiempo pueden lesionar severamente otros componentes de la articulación tales como cartílagos, ligamentos y tendones, entre otros y, eventualmente, pueden llevar a destrucción de la articulación”, advierte el reumatólogo.
Además, esta enfermedad puede escalar a otros órganos y sistemas del organismo, tales como piel, pulmones, corazón, ojos, sistema nervioso central y periférico. “Por lo tanto, debe entenderse no sólo como un problema de las articulaciones, sino una enfermedad que afecta todo el organismo”, describe el especialista.
Cabe mencionar que la artritis no es lo mismo que la artrosis. Si bien los síntomas de dolor y rigidez articular están presentes en ambas patologías, la artrosis
es una enfermedad distinta, pues se trata del desgaste progresivo del cartílago, tejido que recubre el hueso y reduce la fricción por el movimiento, no es una patología inflamatoria y tampoco se propaga a otros órganos y sistemas. En cambio, como explica el Dr. Wainstein, la artritis se origina en la inflamación de la membrana sinovial y sí compromete otros órganos y sistemas, por tratarse de una enfermedad sistémica.
Tratamiento y prevención
Para tratar la enfermedad, se consideran tanto la terapia física de rehabilitación como la farmacológica, mediante antiinflamatorios y una extensa gama de medicamentos denominados antireumáticos. Además, para la artritis reumatoide es efectiva la acción de los llamados medicamentos biológicos, “son más parecidos a algunas vacunas, siendo parte del sistema inmune pues se usan para inhibir la inflamación”, relata el Dr. Eduardo Wainstein, junto con acotar que el tratamiento también incluye el monitoreo y manejo de las demás complicaciones de la enfermedad, como las cardiovasculares, de la visión o de la piel.
Como es una enfermedad sistémica, no es posible prevenirla del todo. Sin embargo, el especialista indica que sí se pueden evitar algunos factores que desencadenan el desarrollo de la artritis reumatoide, como es el caso del tabaquismo porque es un potente agente involucrado en la aparición de enfermedades autoinmunes.
Recuerda que el dolor, rigidez e inflamación de las articulaciones son síntomas distintivos de la artritis reumatoide. Si bien su prevención es compleja por ser una enfermedad sistémica autoinmune, evitar el tabaquismo ayuda a su control.