En relación a la población que consume tabaco en América Latina, Chile ocupa el segundo lugar, con una prevalencia de un 33, 1 % de personas mayores de 15 años, según indicó la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017.
La ansiedad y estrés que pueden generar la pandemia y encierro por estos días, no ayudan tampoco a reducir estas cifras, ya que muchos ven -erróneamente- en el cigarrillo una vía para calmarse o sentirse aliviado, lo que está lejos de la realidad, y que solo aumenta los riesgos de enfermarse y de muerte, además de agravar el cuadro en caso de contraer Covid-19.
El Dr. Jorge Dreyse, broncopulmonar de Clínica Las Condes, aclara que se considera una persona fumadora a quien fuma al menos un cigarrillo al día. “La gente tiene que entender que eso es fumar, lo que aumenta inmediatamente el riesgo de muerte y de contraer enfermedades. El tabaquismo genera daño desde el pelo hasta la punta de los pies; todo lo echar a perder: dentadura, puede dar cáncer de mama, de lengua, de laringe, de pulmón, de tráquea, de colon, de recto; asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica EPOC, aumento de riesgo de fibrosis, de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, de infecciones respiratorias y un largo etcétera”, señala.
En cuanto al COVID, el especialista advierte que el cigarrillo agravaría el cuadro en caso de contagiarse, ya que el tabaco produce inflamación persistente. “Cuando hacemos una broncoscopia, que es una endoscopia en los pulmones de los pacientes, los valores de inflamación de una persona ´sana´ fumadora son distintos a los de alguien sano que no fuma. Eso hace que cualquier enfermedad producida por un virus o bacteria, genere una mayor inflamación o sobreinflamación”, explica.
Dejar el cigarrillo: los beneficios a corto plazo
El Dr. Dreyse asegura que, lejos de lo que se piensa, dejar de fumar trae beneficios a corto plazo. “A los 20 minutos de dejar de fumar se normaliza la presión arterial y el pulso y al día siguiente desaparece el monóxido de carbono de la sangre, y los pulmones empiezan a trabajar más normal y a eliminar las partículas acumuladas. A las 48 horas mejora el olfato; a los tres días mejora la capacidad pulmonar y entre 3 a 9 meses, los pulmones empiezan a disminuir su inflamación. Un años después comienza a bajar el riesgo de infarto”, indica.
Tips para dejar de fumar
El especialista señala que una pregunta para saber si una persona es dependiente o no de la nicotina es: ¿Cuánto tiempo pasa desde que se despierta en la mañana y se fuma el primer cigarro? “Si la respuesta es menos de cinco minutos, probablemente ese paciente es dependiente; si la respuesta es más de una hora, seguramente esa persona no tiene dependencia a la nicotina. Otra pregunta habitual es cuántos cigarros se fuma al día; si son menos de 10, puede que no sea dependiente. Si fuma más de 30, claro que lo es”, asegura.
El profesional agrega que los pacientes dependientes a la nicotina requieren de tratamiento integral y medicamentos. En tanto, para las personas no dependientes, el doctor entrega una serie de tips para dejar de fumar:
Recuerda seguir estos tips para vencer este vicio que aumenta el riesgo de muerte y de contraer enfermedades. No olvides que, a los tres días de dejar el cigarrillo, logras una mayor capacidad pulmonar y entre 3 a 9 meses, los pulmones empiezan a disminuir su inflamación.