Secuenciación del genoma

Para conocer qué variantes se han generado entre los coronavirus u otros virus, existe un proceso de laboratorio de biología molecular denominado secuenciación genómica. Como todos los virus, el SARS-CoV-2 tiene su material genético que le da instrucciones y le permite, entre otras cosas, generar sus propias proteínas y sus ciclos de replicación, para multiplicarse dentro de un organismo.

“A través de técnicas de secuenciación, se puede conseguir la información genética como una secuencia, tal como el genoma humano, en este caso obtenemos el genoma viral. Con esa información uno puede determinar cuál es su origen, cómo está constituido, cómo se ha modificado y si esos cambios pueden tener una repercusión epidemiológica”, asegura el Dr. Medina.

El especialista agrega que los virus generalmente tienen linajes, tal como las personas que, por ejemplo, tienen ascendencia de pueblos originarios y de inmigrantes europeos u otros. “Algo similar ocurre con este virus en particular, solo que con una evolución mucho más rápida. El virus original de Wuhan ha variado según los lugares donde llega y con esa información nosotros podemos hacer la trazabilidad genética”, explica el experto.

Variante brasileña, más frecuente y transmisible

La secuenciación genómica demuestra que desde fines de enero hay presencia de variantes de SARS- CoV-2 en Chile, principalmente la variante B.1.1.7 descubierta en el Reino Unido y la variante P.1 surgida en Brasil, aunque la segunda es la más frecuente. “Probablemente las variantes tienen un impacto en las personas hospitalizadas, estamos analizando eso. Sobre todo, la Variante P.1 tiene cierta capacidad de transmisión y, tal vez, de evadir la inmunidad”, cuenta el Dr. Medina.

Así también, en las últimas semanas se ha reportado otra variante presente en Chile y en Perú, que se denomina C37, que deriva del original chino y de varios linajes desarrollados en el último tiempo. “No está claro si este linaje del virus tiene un impacto epidemiológico particular, el ISP aún no lo considera un linaje de interés, pero esto debe ser evaluado de cerca en esta etapa del brote pandémico en Chile”, plantea el virólogo de la PUC.

También han llegado al país variantes detectadas en Sudáfrica y California. “Hasta ahora, la de mayor impacto en Chile, dado su mayor presencia y transmisibilidad, es la brasileña P.1”, agrega la Dra. Vivian Luchsinger.

Asimismo, señala que algunos errores perjudican al virus y lo que resulta en un virus inviable por que ya no puede replicar de la manera adecuada, pero otros cambios lo favorecen, como por ejemplo las variantes que logran ser más transmisibles o contagiosas, o aquellas que puedan evadir la respuesta inmune o ser mas resistente al efecto de un antiviral.

Vigencia de las vacunas

¿Las variantes B.1.1.7 y P.1 ameritan modificar la vacuna contra el Covid-19, o generar una nueva? La respuesta es no, para tranquilidad de la población inoculada y la que seguirá recibiendo las vacunas disponibles. “Sabemos, con ensayos bastante robustos, que la mayoría de las variantes existentes no tienen cambios suficientes que ameriten modificar la vacuna actual. De todos modos, si en lo que resta del año y en 2022 el SARS-CoV-2 presenta algún cambio que amerite actualizar la vacuna, eso se hará para lograr óptimos resultados en la inmunización”, dice el virólogo de la PUC.

Para culminar, ambos especialistas hacen hincapié en aspectos claves para evitar el contagio y circulación del Covid-19:

• Ninguna de las vacunas contra el Covid-19 nos protegen 100% de la infección, por lo que debemos mantener las medidas de prevención hasta poder controlar el brote pandémico.
• En sintonía con el punto anterior, es importante destacar que las vacunas protegen para evitar agravarse en caso de contraer y desarrollar la enfermedad.
• Se ha visto que la circulación del SARS-CoV-2 ha disminuido en países con altas tasas de vacunación, incluso en aquellos donde llegaron las nuevas variantes.

Recuerda que la vacuna de Covid-19 es voluntaria, pero aceptarla es una efectiva herramienta para prevenir la enfermedad, incluyendo la infección con las variantes, sobre todo para disminuir la probabilidad de enfermarnos y hospitalizarnos. Además, la vacunación nos ayuda como población a abordar de mejor manera la pandemia y reducir la enfermedad y transmisión del virus.