El síndrome visual informático es lo que comúnmente identificamos como cansancio o fatiga visual relacionada con el uso excesivo de pantallas. Si alguien pasa largas horas del día utilizando dispositivos digitales, es posible que note que tiene visión borrosa y que sus ojos están doloridos, cansados y/o rojos, además de presentar cefalea. También puede notar que sus ojos se secan, arden o simplemente lloran por estar irritados. En los casos de personas que no tienen una postura adecuada, puede haber, además, dolor de cuello y de hombros; síntomas que tienden a aparecer al final de la jornada.
El Dr. Mauricio Cabezas, jefe del Departamento de Oftalmología de Clínica Las Condes y vicepresidente de la Sociedad Chilena de Oftalmología indica que, si bien es difícil estimar qué porcentaje de la población presenta estos síntomas ya que muchos no consultan, se automedican o acuden en búsqueda de un par de anteojos sin un examen ocular adecuado, lo claro es que hoy -al menos- un 50% de los pacientes que consultan por diversos motivos, refieren espontáneamente síntomas del síndrome visual informático.
“Lo que más afecta es mirar fijamente pantallas por largos periodos de tiempo, lo que baja la frecuencia de nuestro parpadeo habitual, secando e irritando los ojos y ocasionando visión borrosa. Si a esto le sumamos el aire acondicionado o la misma calefacción de casas y oficinas, se produce más sequedad de la superficie ocular. Por otro lado, el enfocar de cerca constantemente a los dispositivos electrónicos obliga a utilizar los músculos oculares encargados del enfoque, lo que también puede producir molestias”, señala.
El especialista agrega que, lamentablemente, hay muchos pacientes que atribuyen estas molestias oculares a la falta de anteojos o a la ausencia de filtros para pantallas, por lo que acuden a ópticas para tener un par de anteojos que no les serán de utilidad. “Muchos de ellos llegan después frustrados a la consulta, ya que los anteojos que les recomendaron no aminoran sus molestias y eso ocurre porque lo que en realidad necesitan son lágrimas sin preservantes y no anteojos. Hemos repetido hasta el cansancio que el filtro azul no protege a nuestros ojos de enfermedades visuales”, advierte.
Miopías y astigmatismo: principales consecuencias
Entre las principales consecuencias que puede generar el síndrome visual informático es el daño crónico a mediano y largo plazo. “La aparición o progresión de miopía y astigmatismo es especialmente relevante en niños y jóvenes. Por esto último ya se habla de la nueva pandemia de miopía”, sostiene.
En cuanto al tratamiento del síndrome visual informático, el especialista indica que lo primero es asesorarse por un oftalmólogo que pueda evaluar cuál de los factores antes descritos está afectando la visión. “Hay que recordar, insisto, que la menor de las veces es solo un simple problema de anteojos. Tampoco deben autoprescribirse vasoconstrictores o gotas para el ojo rojo sin consultar a un especialista, ya que blanquean el ojo por un tiempo reducido y los secan, agravando el síndrome visual informático. Preferir cualquier lágrima con hialuronato sin preservante”, aconseja.
Recomendaciones para evitar el síndrome visual informático
En cuanto a las recomendaciones generales, el Dr. Cabezas se inclina por lo planteado por la Academia Americana de Oftalmología, adaptado a nuestra realidad: