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Ayuno intermitente: ¿Quiénes podrían hacerlo?

Si estás tratando de bajar de peso, lo más probable es que hayas escuchado hablar del ayuno intermitente. Es que este hábito para mantener un peso saludable que se inspira en ciertos rituales religiosos practicado por el ser humano desde tiempos inmemoriales, es una estrategia utilizada por nutricionistas y otros profesionales de la salud y que ahora se convirtió en moda.

Lo que plantea el ayuno intermitente es alternar la restricción de alimentos en una cierta cantidad de horas, generalmente en la noche para que coincida con las horas de sueño, y una ventana determinada de horas para comer. “La proporción más practicada es 16:8, es decir, 16 horas de ayuno y una ventana de 8 horas para alimentarse”, señala Dana Bortnick.

La nutricionista comenta que la ventana de alimentación es determinada por el mismo paciente, quien puede iniciarla temprano en la mañana o a la hora de almuerzo. Por ejemplo, dejar de comer a las 18:00 hrs y retomar la alimentación a las 10:00 Am de la mañana siguiente o tener la última comida del día a las 20:00 hrs y volver a consumir alimentos al día siguiente, a las 12:00 hrs.

Durante la ventana de alimentación se propone realizar una alimentación saludable libre, por lo que es importante que se apoyen en profesionales que puedan educarlo u orientarlos en relación a los productos que debieran incluir y cuáles debieran evitar”, sugiere la nutricionista.

En tanto, en el ayuno, es decir, en el horario restringido de alimentación solo se puede ingerir líquidos: agua, infusiones, agua con gas o jugos sin calorías. No se puede beber jugos de fruta natural porque alteraría los niveles de glucosa en sangre.

“Es importante hidratarse porque pueden presentar efectos secundarios como dolor de cabeza, sequedad en la boca y constipación, entre otros. Muchas de estas consecuencias se producen por deshidratación”, advierte.

En relación al enlentecimiento del tránsito intestinal, Dana Bortnick comenta que generalmente se produce porque disminuye la cantidad de alimentos que la persona acostumbraba a consumir. “En la medida que vaya adaptándose y que vaya incluyendo un buen aporte de fibra en su dieta, el patrón de evacuación se organizará”, sostiene.

Otros esquemas de alimentación

Si bien el esquema que más se realiza es el 16:8, existen estudios sobre otras proporciones más estrictas o restrictivas, como pasar 20 horas sin comer y permitirse una ventana de 4 horas para alimentarse. Sin embargo, se llegó a la conclusión que la diferencia en la baja de peso no es significativa, por lo tanto, no se justifica.

Por otro lado, la nutricionista advierte que pasar más allá de 24 horas con restricción de alimentos no se recomienda por ningún motivo porque puede ser perjudicial para la salud. “Más allá de ese tiempo no se ha visto beneficios para la salud y no hay documentación para su seguridad”, enfatiza.

Según la experiencia clínica de Dana Bortnick, el ideal es comenzar con la proporción de 14:10, es decir 14 horas de ayuno y 10 de alimentación, durante dos semanas, para luego pasar al 16:8. De esta manera, los pacientes se van acostumbrando de a poco. “Hemos visto que esta modalidad ha funcionado muy bien con nuestros pacientes”, destaca.

Incorporarlo como hábito

La profesional indica que en las consultas de nutricionistas ya no se habla de dietas, sino que de cambios en los estilos de vida porque la idea es que perduren en el tiempo. “Obviamente que se puede tener flexibilidad en situaciones especiales como, por ejemplo, una celebración. Lo importante es que cada paciente aterrice este hábito a su propia rutina”, recomienda.

Beneficios del ayuno intermitente:

  1. Baja de peso entre un 2 y 8 por ciento del peso inicial con el que se comienza esta dieta, por lo que a los 2 meses se podría alcanzar ese objetivo.
  2. Pérdida de masa grasa.
  3. Ayuda a nivelar los índices de glucosa y de insulina
  4. En animales se ha visto un efecto de renovación de células, lo que podría ayudar a prevenir ciertas enfermedades con el envejecimiento propio del organismo.
  5. Algunos estudios señalan que produce una disminución en los marcadores de la inflamación, “pero se necesita más investigación para llegar a esa conclusión”, sostiene Dana Bortnick.

¿Quiénes lo pueden hacer?

La nutricionista comenta que como en cualquier estrategia, es importante consultar con un profesional de la salud antes de realizarlo, para analizar las necesidades particulares de cada individuo. De todos modos, señala que cualquier adulto sano puede realizar ayuno intermitente, especialmente quienes presentan resistencia a la insulina. Pero, enfatiza que no es recomendable para menores de 18 años, embarazadas, personas con bajo peso, personas con antecedentes de trastornos alimenticios, ni para pacientes con diabetes tipo 1 o insulino-dependientes. Además, aún no existe suficiente información acerca de los efectos en mujeres que están amamantando o intentando un embarazo, por lo tanto, no se les aconseja.

Las personas que quieren comenzar con un ayuno intermitente, ojalá lo hagan con el apoyo de un profesional que les ayude a planificar cuál es la mejor dinámica detrás de esta estrategia porque no se trata de llegar y hacerlo”, concluye.

Si quieres bajar de peso, consulta con un especialista cuál es tu caso antes de tomar la decisión de realizar ayuno intermitente. Recuerda que para mantener un peso saludable es importante eliminar productos azucarados e industrializados.

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