Se calcula que 3 de cada 4 mujeres en edad reproductiva han experimentado síndrome premenstrual. Se trata del conjunto de síntomas cíclicos como, por ejemplo, presentar mayor sensibilidad, cambios de humor, irritabilidad, dolor de mamas, retención de líquidos, fatiga, antojos por alguna comida y depresión, entre otros, que se repiten mes a mes, y que suceden después de la ovulación y duran hasta la menstruación.
El Dr. Alejandro Manzur, ginecólogo, presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Reproductiva y jefe de Línea Gineco-Obstétrica de la Universidad Finis Terrae explica que, si bien las causas exactas de este síndrome se desconocen, se atribuyen a cambios hormonales debido a que en la segunda mitad del ciclo menstrual aparece una hormona –que no existe en la primera mitad del ciclo– que es la progesterona, y los síntomas suelen alcanzar su máximo en los cinco días que preceden a la menstruación, es decir, cuando ya empiezan a bajar los niveles tanto de estrógenos como de progesterona. “También se cree que puede haber un desbalance a nivel del neurotransmisor, en este caso, la serotonina. De hecho, uno de los síntomas más comunes es que la paciente presente ánimo depresivo, decaída o irritable. Esto puede mezclarse, además, en que se empieza a tomar más cafeína de la cuenta y la persona comienza a tener problemas de sueño o mal dormir,”, señala.
Factores de riesgo
El Dr. Manzur afirma que el síndrome premenstrual suele concentrarse en mujeres entre 28 y 40 años, y advierte que para hacer un diagnóstico certero, la clave es que los síntomas se repitan todos los meses en la misma fecha, a lo menos durante un año. “En general la prevalencia es mayor en aquellas pacientes que tienen patologías preexistentes, tales como trastorno del sueño o del ánimo, depresión, alergias en general o migrañas crónicas”, asegura.
El rol de los anticonceptivos para aliviar los síntomas
El ginecólogo explica que en el ciclo menstrual la cantidad de hormonas es variable, dado que en la primera mitad hay solo estrógenos que van aumentando en cantidad; luego viene la ovulación, aparece la progesterona, a la vez que se siguen produciendo estrógenos. Y hacia la segunda parte del ciclo, en la fase lútea, que es el período de tiempo entre la ovulación y la menstruación, al no haber embarazo, empiezan a decaer los niveles de estrógenos y progesterona. “Y hay mujeres extremadamente sensibles a esas fluctuaciones. Entonces cuando le administras un anticonceptivo que le va a dar todo el mes una cantidad constante de ambas hormonas, esas pacientes andan bastante bien. Por lo general, se prefieren los anticonceptivos combinados, más que los de progestágenos puros, y ojalá de uso continuo, sin días de descanso, ya que en ese período pueden presentar sintomatología asociada al síndrome premenstrual”, indica.
El Dr. Manzur aconseja visitar a un especialista en momentos en que los síntomas premenstruales dejan de ser una simple molestia y empiezan a interferir en la vida cotidiana. “Lo importante es preguntarle a esa paciente cuál es el signo o síntoma que más le afecta, para tratarlo puntualmente. Por ejemplo, si dice que tiene mucha irritabilidad, lo más probable es que haya que darle primero un antidepresivo suave que mejora los niveles de serotonina. Pero si las molestias son más que nada dolor en los pechos, hinchazón o leves cambios de ánimo, en ese caso se parte por darle anticonceptivos. Los tratamientos son únicos y personales”, señala.
Recomendaciones generales
Para aminorar los síntomas del síndrome premenstrual, el especialista recomienda un cambio en el estilo de vida. Para ello sugiere:
Lo más importante es estar consciente de que los síntomas premenstruales son reales y transitorios, pero que pueden durar muchos años. Por tanto, si tu calidad de vida se ve afectada, debes acudir a un especialista y tratarlos.