Un infarto al corazón o accidente cardiovascular puede exponer a desarrollar algún tipo de cáncer y viceversa. Una situación compleja, considerando que ambas patologías son la primera y segunda causa de muertes en el mundo, según alerta la Organización Mundial de la Salud.
¿Pero por qué ambos grupos de enfermedades están relacionadas? “Entre algunas razones, porque comparten factores de riesgo en común y algunos mecanismos biológicos, aumentando la frecuencia de cada una con el paso del tiempo. Entre los factores de riesgo que comparten se encuentran: el tabaquismo, sedentarismo, dislipidemia, diabetes mellitus, hipertensión arterial, etc. Entre los mecanismos biológicos involucrados en ambas patologías se destaca la inflamación crónica y el estrés oxidativo”, explica la Dra. Milagros Seijo, cardióloga de Clínica Las Condes.
Cuidado con el tabaquismo y la inflamación
En específico, el tabaquismo es uno de los factores de riesgo más conocido en producir ambas enfermedades. Así que piénsalo dos y más veces si persistes en fumar. Por el lado de los mecanismos biológicos, la evidencia indica que la inflamación crónica cumple un rol determinante en ambas patologías.
Puntualmente, se ha descrito que personas con insuficiencia cardiaca, posterior a un infarto de miocardio, tienen más probabilidad de desarrollar cáncer de colon. Así también, patologías cardiovasculares como la dislipidemia podrían relacionarse con el cáncer de mama, por ejemplo.
A la inversa también se da esta relación, según describe la Dra. Seijo. “Hay ciertos tipos de cánceres, por ejemplo, los hematopoyéticos, mieloma múltiple, etc., que modifican el estado pro inflamatorio y pro coagulante del cuerpo, haciendo que se produzcan eventos trombóticos más frecuentemente, como el infarto del miocardio, accidente cerebrovascular, tromboembolismo venoso y pulmonar”.
La relación del cáncer con enfermedades cardiovasculares se da también por la proximidad de un tumor con el corazón, como los tumores en la zona del tórax, por ejemplo, el cáncer de pulmón, en que el desarrollo del tumor termina comprimiendo el corazón o las arterias, generando arritmias en el primero u obstrucción en las segundas. Incluso, el tratamiento contra el cáncer, como la quimioterapia, puede generar diversas patologías cardiovasculares, “desde infartos de miocardio, arritmias, trombosis arterial, venosas, accidente cerebro-vascular, miocarditis, etc.”, señala la cardióloga.
La importancia del autocuidado
Los enfermos oncológicos y los cardiovasculares deben esmerar el autocuidado, para prevenir el desarrollo de una u otra enfermedad. Lo positivo es que muchos de los factores de riesgo en común son modificables y por ello prevenibles, como el tabaco y el sedentarismo.
“La prevención es primordial en ambos grupos de pacientes. En cuanto al autocuidado, todos ellos deben realizar las acciones necesarias para disminuir o eliminar los factores de riesgo modificables, apostando por hábitos cardiosaludables. Se debe suspender el tabaco, el alcohol como hábitos tóxicos. Iniciar una dieta cardiosaludable, al igual que realizar ejercicios de manera regular”, aconseja la Dra. Milagros Seijo.
Recuerda que el cáncer y las enfermedades cardiovascular están relacionadas, pues comparten factores de riesgo y mecanismos de desarrollo en común.