El consumo de drogas es un riesgo de particular impacto en la salud cerebral de los adolescentes y la marihuana no está exenta de este efecto negativo, especialmente sobre los más jóvenes, cuyo cerebro sigue madurando hasta aproximadamente los 25 años.
“Las áreas del cerebro responsables del juicio, el control de impulsos y la planificación, como la corteza prefrontal, son las últimas en desarrollarse. Este periodo de maduración prolongado hace que el cerebro adolescente sea más vulnerable a los efectos de sustancias adictivas como la marihuana”, afirma la Dra. Daphne Ribera, neuróloga infantil de Clínica Somno.
El consumo de cannabis puede interferir con procesos cerebrales clave, como la formación de conexiones neuronales. “Puede afectar la memoria, la atención, el aprendizaje y las emociones. También altera el sistema endocannabinoide, que regula funciones esenciales como el estado de ánimo, el apetito y el sueño”, advierte la especialista.
Señales de alerta
La Dra. Daphne Ribera indica qué señales o síntomas pueden presentar los adolescentes que consumen esta sustancia ilícita:
¿Son reversibles estos deterioros? “La reversibilidad depende de varios factores, como la edad de inicio, la frecuencia del consumo y la predisposición genética. Algunos efectos, como los problemas de memoria y atención pueden mejorar tras un periodo prolongado de abstinencia. Sin embargo, en casos de consumo crónico y prolongado iniciado en la adolescencia, pueden producirse daños permanentes en ciertas funciones cognitivas”, asegura la profesional.
Prevención oportuna
Para prevenir el consumo de alcohol, marihuana y otras sustancias en los menores, es necesario que sus padres o cuidadores conversen el tema con ellos antes de que estén expuestos a situaciones de presión social entre sus pares, idealmente desde los 10 a 12 años. “Las conversaciones deben ser claras, basadas en hechos y adaptadas a la edad del niño”, insta la Dra. Ribera, quien entrega consejos para abordar este tema con los hijos:
“Abordar el tema desde la prevención es clave para proteger el desarrollo integral de los adolescentes”, reitera la neuróloga infantil.
Recuerda que el consumo de marihuana es dañino y de particular riesgo para los adolescentes, pues el cerebro está en desarrollo y maduración hasta los 25 años aproximadamente.