Regalonéate con un postre dulce sin excederte demasiado en las calorías y aprovecha la corta temporada de higos, ya que en Chile se dan de marzo a mayo. Opta por consumirlos frescos y no secos porque esta última alternativa aumenta a más del triple su aporte calórico.
Mauricio Ríos, nutricionista y docente de la Pontificia Universidad Católica de Chile, comenta que los higos son una buena fuente de varios minerales esenciales que contribuyen a mantener en buen estado el sistema músculo-esquelético, como el calcio y el magnesio, entre otros. Además, su alto contenido de potasio ayuda a controlar la hipertensión.
“También contiene fibra soluble e insoluble, 3g de fibra por cada 100 grs. de higo natural, lo que contribuye a reducir los niveles de colesterol LDL (conocido como colesterol malo) y de glucosa en la sangre; contiene antioxidantes que ayudan a neutralizar a los radicales libres y son una buena fuente de azúcares naturales, por lo que aportan energía”, enumera.
Además, comenta que los higos de piel negra contienen una mayor concentración de flavonoides, estos son poderosos antioxidantes que se encuentran presentes en productos de origen vegetal y su concentración puede verse influenciada por diferentes factores como el tiempo de cosecha y el grado de madurez, entre otros.
Ahora que ya conoces el valor nutricional de esta fruta de otoño, te sugerimos esta exquisita receta para 7 personas. Recuerda que los postres deben servirse en porciones pequeñas para evitar el aumento de peso.
Ingredientes:
– 4 huevos
– 300 gramos de higos
– 100 gramos de azúcar (puedes reemplazarlo por alulosa en polvo)
– 1 taza de nueces picadas
Preparación:
Pela los higos y una vez que estén listos, haz un puré, triturándolos en la picadora o con una licuadora de mano. Luego de eso, resérvalo.
Separa las yemas de las claras en distintos boles. Añade el azúcar o alulosa en polvo sobre las yemas y mézclalo con la batidora eléctrica, por alrededor de 4 minutos o hasta que quede como una crema espesa. Luego vierte el puré de higos y revuelve con cuidado hasta que quede todo bien integrado.
Bate las claras con una pizca de sal hasta que queden a punta de nieve (consistencia espumosa), incorpórala de a poco, y con movimientos envolventes, al bol de las yemas. Vierte las nueces picadas en esta última mezcla. Guárdala en el refrigerador hasta el momento de servir. ¡Tu familia amará esta preparación!