La diabetes mellitus tipo 2 es una enfermedad metabólica en que los índices de azúcar en la sangre se encuentran elevados, llegando a niveles que provocan daño en el organismo, afectando a órganos principales como el corazón, vasos sanguíneos, riñones, nervios y ojos, entre otros.
Se trata de una patología que va en considerable aumento: un 12,3% de la población chilena presenta diabetes, según la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017. Además, las probabilidades de tener complicaciones serias y enfermarse gravemente por Covid-19 es mayor en las personas con diabetes, según ha reiterado la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El Dr. Gastón Hurtado, diabetólogo de Clínica Las Condes explica que esta enfermedad se debe a una disfunción del páncreas, el cual no es capaz de producir insulina suficiente para regular los niveles de glucosa en la sangre.
No olvidemos que la insulina es la hormona que regula el azúcar en el organismo y es la encargada de que entre la glucosa a las células para obtener energía. Ocurre que, en las personas con factores de riesgo, cuando el azúcar intenta entrar desde la sangre a las células, se encuentra con una célula reacia o resistente al efecto de la insulina, más conocido como ‘resistencia a la insulina’. “Ocurre que estos receptores de insulina se ‘echan a perder´ por múltiples causas, por el mismo hecho de que la glucosa se mantenga alta, por la elevada cantidad de ácidos grasos que están dando vueltas para compensar la falta de combustible en las células, entre otras. Entonces, esta insulino resistencia perpetúa el exceso de azúcar en la sangre, lo que produce un hiperinsulinismo compensatorio, dando paso a la prediabetes y posterior diabetes”, señala.
Como se trata de una enfermedad metabólica, sus consecuencias son transversales. “Afecta a casi todos los sistemas del organismo: cardiovascular, vasos sanguíneos, riñones, retina, los ‘cables eléctricos’ del cuerpo que transmiten los impulsos nerviosos, produciendo neuropatías. Estos daños no son inmediatos, sino que pueden presentarse a largo plazo, aunque algunas neuropatías diabéticas pueden manifestarse incluso en estado de prediabetes”, afirma el Dr. Hurtado.
Factores de riesgo
El especialista indica que los principales factores de riesgo para ser diabético son:
El diabetólogo advierte que el mejor tratamiento para esta patología es el cambio de estilo de vida. “Se ha demostrado en prevención de diabetes que comer saludable y practicar alguna actividad física, da los mejores resultados. Eso significa comer lo menos procesado posible; cuidar el volumen, las calorías, la cantidad de azúcar y grasas, y hacer al menos 150-200 minutos de ejercicios a la semana”, aconseja.
En cuanto a los fármacos, el facultativo agrega que hay una gran familia de diferentes tipos que se indican según las características del paciente. “Son trajes a la medida. Por ejemplo, si en un paciente predomina el tema de insuficiencia cardíaca, se le da determinados remedios; si predomina lo renal, otros medicamentos. La metformina es un fármaco que ha demostrado su beneficio cardiovascular a corto y largo plazo, y en diferentes sistemas.
Su función es que mejora la sensibilidad a la insulina por parte de los receptores. En la mayoría de las guías de diferentes sociedades científicas, la metformina sigue siendo de primera línea, ya que la mayor parte de los pacientes comparten este fenotipo de insulino resistencia, por lo que sugieren partir el tratamiento con metformina y agregarle el fármaco más adecuado según el perfil de la persona”, afirma.
Según el experto, la diabetes se puede revertir en sus etapas previas: resistencia a la insulina y prediabetes. Por lo tanto, la prevención, comer saludable, hacer ejercicios y los chequeos periódicos son fundamentales, para evitar la aparición y el avance de esta patología.