Motivados por el cuidado del medioambiente y la protección animal, cada vez son más los adolescentes que están incorporando un cambio en su alimentación, renunciando al consumo de carnes para adoptar una dieta vegetariana, o una más estricta como la vegana.
“En mi experiencia clínica he visto un aumento en el número de adolescentes que se están haciendo vegetarianos. Llegan a la consulta con sus padres porque quieren acompañarlos y guiarlos en este proceso de cambio, para que a sus hijos no les falten nutrientes”, comenta Dana Bortnick, nutricionista de Clínica Indisa.
Del mundo animal al mundo vegetal
El renunciar a una dieta convencional, omnívora, para ser vegetariano implica dejar de comer carnes rojas y blancas, pescados y mariscos. Más estricto aún es el veganismo, que suma a las restricciones vegetarianas la sustitución de leche, lácteos, huevos, miel y otros productos o subproductos de origen animal.
En ambos casos, lo que principalmente se priva son las proteínas de origen animal, macronutrientes, así como vitaminas, minerales y micronutrientes obtenidos de la misma fuente.
Alimentos que no deben faltar:
• Proteínas vegetales: Los derivados de la soja como el tofu y el tempeh, así como el seitán y las legumbres son buenas fuentes de proteínas vegetales, también de minerales como el calcio y hierro.
• Leches y bebidas vegetales: para veganos, el reemplazo de leche de vaca puede ser mediante las bebidas de origen vegetal, como almendras o soja, así como yogurt del mismo origen.
• Legumbres: las legumbres son indispensables en este tipo de dietas y para obtener un plato con un buen aporte de proteínas y carbohidratos es recomendable complementar los alimentos. Por ejemplo, lentejas con arroz o quínoa y porotos con tallarines.
¿Cuándo suplementar?
“En casos como el de un vegano que no consume productos lácteos, debiéramos suplementar calcio. En dietas muy restrictivas también se puede suplementar Omega 3 y Vitamina B12, de acuerdo a la evaluación nutricional de la persona en la consulta”, ejemplifica la nutricionista de Clínica Indisa.
Beneficios de las dietas verdes
Según explica Dana Bortnick, los adolescentes se hacen vegetarianos o veganos porque es un cambio que impacta en el cuidado del planeta, junto con beneficios para su salud:
• Cuidado al medio ambiente.
• Contribución a prevenir el maltrato animal.
• Disminuye el riesgo de la malnutrición por exceso.
• Alto consumo de frutas, verduras, granos integrales y proteínas vegetales.
• Bajo aporte del colesterol y de grasas saturadas.
• Alto aporte de fibra.
Riesgos:
Como los adolescentes son ansiosos e impulsivos, tienden a comer más alimentos que reemplazan las carnes, pero que no son fuentes de proteínas vegetales, produciéndose un desorden alimenticio porque no aportan a una dieta equilibrada.
• Consumo desmedido de arroz, papas y fideos, que incrementan la ingesta diaria de carbohidratos.
• Consumo de bebidas gaseosas y snacks, que incrementan la ingesta de azúcares y grasas saturadas.
“Los adolescentes vegetarianos están en una etapa de tránsito en sus vidas, por lo que deben tener el apoyo y orientación permanente de sus padres en todo aspecto, incluido qué y cuánto comen”, advierte la profesional.
Acudir a un profesional
Dana Bortnick hace énfasis en la importancia de acudir a la consulta de un profesional de la nutrición para apoyarlo en el tránsito hacia una dieta vegetariana. Además, recomienda que los jóvenes que adopten este tipo de dietas lo hagan con la supervisión de sus padres.
“Lo primero es acudir a un profesional que le realice una evaluación nutricional, que lo ayude en la transición de dietas, en el reemplazo correcto de alimentos y en la elección de suplementos”, subraya.
Recuerda que toda persona, vegetariano, vegano u omnívoro, debe consumir a diario una dieta balanceada que incluya los nutrientes esenciales en su correcta proporción, de acuerdo a sus preferencias alimentarias.