¿Comes sano y haces ejercicio, pero tu perfil lipídico sigue alterado? Tal vez no sea suficiente y tengas condiciones que eleven tus niveles de colesterol.
Según enfatiza el Dr. Juan Francisco Bulnes, cardiólogo intervencional del Hospital Clínico UC, para lograr un control adecuado de los niveles de triglicéridos o colesterol en la sangre, son fundamentales los hábitos de vida saludable, la dieta baja en grasas saturadas y azúcares, el ejercicio aeróbico regular, así como eliminar el tabaco y evitar el consumo excesivo de alcohol.
“Sin embargo, a veces lo anterior no es suficiente, ya que ciertas condiciones aumentan la producción, afectan el transporte o disminuyen la eliminación del colesterol en nuestro organismo, independientemente de la dieta”, reconoce el especialista.
Entre los factores o condiciones que elevan los niveles de triglicéridos y el colesterol en la sangre -es decir, se produce una dislipidemia- destacan el factor genético que es muy frecuente, enfermedades crónicas como diabetes, y algunos medicamentos como los corticoides, anticonceptivos orales o la terapia hormonal de reemplazo. “Estos son ejemplos de condiciones en que muchas veces es necesario iniciar un tratamiento farmacológico para lograr controlar la dislipidemia”, señala el Dr. Bulnes.
Acción protectora de las estatinas
Dentro de los fármacos para controlar el colesterol, los más utilizados son las estatinas, cuya acción inhibe una enzima clave en la síntesis de colesterol en el hígado. “Esto lleva a una importante disminución de los niveles de colesterol de LDL (conocido como colesterol malo), y en menor grado, de cierta reducción de los triglicéridos y aumento del colesterol HDL (conocido como colesterol bueno)”, describe el profesional.
Indicación por riesgo cardiovascular
Además de disminuir los niveles de colesterol, se ha comprobado que las estatinas ejercen un efecto antiinflamatorio sobre los depósitos de colesterol en las paredes de las arterias (placas de ateroma). Ambos efectos de las estatinas contribuyen a disminuir el riesgo de padecer infartos al miocardio o accidentes vasculares cerebrales. Así, desde el punto de vista del riesgo cardiovascular, las estatinas están indicadas en dos escenarios principales:
Para prevenir la ocurrencia de eventos cardiovasculares como infartos al corazón o accidentes cerebrovasculares en personas que aún no han tenido alguno de estos eventos, pero que están en riesgo de padecerlos debido a que tienen niveles de colesterol LDL extremadamente elevados, o bien tienen diabetes mellitus.
Para prevenir la recurrencia de eventos cardiovasculares en personas que ya los han experimentado previamente.
“Es importante recalcar que, dado el elevadísimo riesgo de padecer algún evento cardiovascular en pacientes con diabetes mellitus o en quienes ya han padecido un evento cardiovascular, las estatinas están indicadas en todos estos casos, aun cuando los niveles de colesterol en la sangre no estén muy elevados”, acota el especialista.
Adherir al tratamiento
La adherencia al tratamiento es fundamental para lograr el adecuado control de las enfermedades crónicas. En el caso de las personas con colesterol y/o triglicéridos elevados, la adherencia al tratamiento con medicamentos tan sólo bordea el 50%.
Para el Dr. Bulnes la cifra es preocupante: “Se ha demostrado que los pacientes que tienen baja adherencia o que descontinúan el tratamiento con estatinas tienen un mayor riesgo de presentar eventos cardiovasculares y de fallecer a causa de estos, en comparación a quienes tienen una adherencia adecuada”.
Recuerda que las personas con dislipidemia y riesgo cardiovascular, reciben indicación médica de estatinas, medicamentos que disminuyen el “colesterol malo” (LDL) y el peligro de un evento al corazón o cerebro.