Contrario a lo que se piensa, el reposo absoluto no es una indicación médica en la gran mayoría de lesiones. Detener completamente el deporte, es un error que todavía cometen muchos de quienes se lesionan en la práctica física y no acuden a un médico, o no siguen un plan de rehabilitación activa, como corresponde en estos casos.
“La suspensión completa de la actividad deportiva, es un error que todavía se practica. En las lesiones frecuentes o habituales, el reposo deportivo total, es algo muy excepcional”, señala el Dr. Alan Bey Vives, traumatólogo y ortopedista de tobillo y pie de Clínica MEDS.
Tipos de lesiones
Las lesiones relacionadas con el deporte son principalmente de dos tipos: las traumáticas, como fracturas, golpes o esguinces, y las inflamatorias, como tendinitis, sinovitis o bursitis, entre otras, que suelen afectar tendones y articulaciones como codos, tobillos y rodillas. “Éstas ultimas se asocian generalmente a una práctica excesiva (sobrecarga), o a personas que no están preparadas para realizar la actividad física con la intensidad que mantiene. También las vemos en quienes tienen mala técnica o presentan alguna alteración anatómica, como acortamiento de tendones o pie plano, entre otras”, precisa el especialista.
Adecuar el ejercicio a la lesión
¿Cómo se puede retomar el deporte con una lesión en curso? “Si la lesión es traumática, debería bastar con inmovilizar el segmento afectado y adaptar la práctica deportiva a la lesión, eso quiere decir que el reposo absoluto no está indicado en la gran mayoría de los pacientes, ya que con una adaptación o modificación del entrenamiento, se puede mantener la actividad física. Si es una patología inflamatoria como tendinitis, que está asociada a una mala técnica o a una sobrecarga, el reposo deportivo generalmente es parcial, modificando la técnica o disminuyendo las cargas deportivas, pero raramente se elimina el deporte”, explica el Dr. Bey.
Prevenir lesiones recurrentes
Por último, el Dr. Alan Bey enfatiza la importancia de prevenir la recurrencia de las lesiones, para mantener una regularidad en la práctica física. Para ese objetivo, es clave el tratamiento médico adecuado de la lesión y corregir el origen de ella. Luego, será importante el autocuidado, para establecer cargas e intensidad de la práctica deportiva según las capacidades y condición física.
“Hay que identificar las limitaciones de cada uno, así aumentar las cargas y el rendimiento de manera progresiva. El problema de este tipo de lesiones, en gran parte es responsabilidad del deportista, o sea del paciente en sí mismo. Porque muchas veces vemos que los pacientes abandonan las terapias de rehabilitación y el tratamiento preventivo después de un tiempo”, concluye.
Recuerda que sufrir una lesión no es impedimento para detener la actividad deportiva. Puedes adecuar el ejercicio con indicación médica.