¿Tienes lupus? Por qué debes cuidarte más en verano
Los días soleados y calurosos llegaron para acompañarnos en los próximos meses. Por ello la protección solar debe estar aún más presente en nuestras rutinas de autocuidado, para prevenir los daños asociados a la radiación UV.
Quienes en particular deben protegerse de este factor ambiental son las personas con lupus, una patología compleja y que afecta de distintas formas al organismo, como inflamación de articulaciones y erupciones en la piel. Es una enfermedad más frecuente en mujeres y cuyo tratamiento debiera liderarlo un reumatólogo, con el apoyo de otras especialidades como dermatología y neurología, entre otras.
“El lupus es una enfermedad autoinmune crónica de causa desconocida y con un comportamiento clínico muy variable, pudiendo comprometer múltiples órganos del cuerpo con magnitudes diferentes, desde leves a severas, pudiendo llegar a ser una enfermedad grave y potencialmente fatal. Su evolución es poco predecible, siendo habitualmente intermitente con periodos de remisión y otros de actividad”, explica el Dr. Eduardo Wainstein, reumatólogo de Clínica MEDS La Dehesa.
Protegerse de la radiación UV
La exposición a la radiación ultravioleta que proviene del sol y de fuentes artificiales como algunas luminarias y solárium, puede activar la respuesta autoinmune propia del lupus y con ello un brote de la enfermedad. De esta forma, síntomas como alteraciones cutáneas, dolor e inflamación articular pueden acentuarse por exponerse sin protección a la radiación UV. “La luz UV produce un fenómeno denominado apoptosis en las células de la piel y como consecuencia de ello se exponen al sistema inmune antígenos que pueden inducir a la producción o aumento de anticuerpos, los cuales pueden desencadenar o agravar el lupus”, detalla el especialista.
Fotosensibilidad y riesgo de infecciones
Por otro lado, la protección solar es importante porque algunos medicamentos utilizados para tratar el lupus, como hidroxicloroquina, pueden provocar fotosensibilidad y manchas en la piel.
Así también, existen medicamentos inmunosupresores que son parte del tratamiento para el lupus y otras patologías autoinmunes, los cuales producen una menor respuesta de las defensas frente a las infecciones.
Lo anterior también puede implicar un mayor riesgo para las personas con lupus en la época estival. “En el verano hay que tener especial cuidado con las comidas, ya que por el calor tienden a descomponerse más rápido y podrían ser causa de infecciones intestinales, las cuales en pacientes con estos tratamientos podría tener consecuencias más severas”, advierte el profesional.
Recuerda que el lupus es una enfermedad autoinmune y crónica, que puede desencadenarse o agravarse en verano por la exposición a la radiación UV.
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