Prevenir el cáncer cervicouterino es posible y necesario, porque es una enfermedad de alto impacto en la población femenina.
En Chile, debido a esta enfermedad mueren dos mujeres al día, es el quinto cáncer más frecuente entre las chilenas, cada año deja un saldo de 1500 casos nuevos y cerca de 540 muertes. Según la OPS, también es el quinto cáncer más frecuente en la población femenina en América y cada año afecta a más de 72.000 mujeres.
“Es responsable de limitar la calidad y la proyección de vida de las mujeres entre los 35 y 50 años”, advierte el Dr. Roberto Altamirano, ginecólogo oncólogo y secretario de Sochog.
Educar para prevenir
El especialista destaca que la principal causa de este cáncer femenino es el Virus Papiloma Humano, cuya principal forma de transmisión es por vía sexual. Dado que se trata de una enfermedad prevenible, el Dr. Altamirano hace hincapié en la necesidad de realizar educación sexual a los jóvenes, para que aprendan a evitar las infecciones que se transmiten por esta vía.
n el caso del Virus Papiloma Humano, es altamente frecuente ya que se estima que entre el 80 a 85 % de la población sexualmente activa ha estado alguna vez en contacto con este virus, pero que el 90% de las mujeres logra eliminar la infección en un periodo de 2 años. Es fundamental no estigmatizar a las personas que presentan la infección y reconocer que quienes presentan una infección persistente (por más de 2 años), deben ser controladas para prevenir este cáncer.
Este agente patógeno cuenta con más de 100 variantes diferentes, pero existen algunos genotipos de alto riesgo oncológico relacionados con el cáncer cervicouterino, siendo el 16 y 18 los responsables en un 70 % de los casos.
Vacuna contra el Virus Papiloma Humano
Una de las medidas preventivas que resulta ser muy segura y eficaz después de la educación, es la vacuna contra el VPH que está disponible para niñas y niños en etapa escolar en el Programa Nacional de Inmunizaciones del Ministerio de Salud, por lo que es una medida universal, gratuita y accesible para prevenir el cáncer cervicouterino. Se administra la primera dosis en cuarto año básico y la segunda dosis en quinto año básico.
“La vacuna debe ser recomendada para las personas mayores de 15 años, sin embargo, se debe considerar que la respuesta inmune sobre esta edad, requiere de un refuerzo por lo que se deben administrar tres dosis”, indica.
Respecto a la inmunización, el especialista agrega: “Estudios tan importantes como los publicados en New England Journal of Medicine o en la revista científica Lancet, indican que la infección por VPH disminuye en un 92 %, reduce la aparición de lesiones pre-cancerosas en un 70 a 90 % y el riesgo de cáncer cervicouterino en un 88 %”.
Exámenes para detectar el Virus Papiloma Humano
El Papanicolau o PAP es un examen ginecológico sencillo, efectivo y de acceso masivo que analiza células del cuello del útero y detecta lesiones premalignas o anomalías que anteceden al cáncer cervicouterino. Se debe realizar cada tres años, a partir de los 25 años y hasta los 64 años. Está disponible a nivel nacional en la atención primaria de salud, donde es realizado mayoritariamente gracias al esfuerzo de las matronas de nuestro país. “Lo importante es incrementar el número de mujeres que se realicen el examen ya que actualmente bordea el 60 % de la población y debemos llegar al menos a un 80 %. Es fundamental que las mujeres se acerquen a la toma del PAP”, enfatiza el especialista.
PCR para Virus Papiloma Humano. Este nuevo examen presenta una mayor sensibilidad (permite detectar más casos que el PAP) y cuenta con la ventaja que al resultar negativo se debe repetir cada 5 años. Además, se puede realizar desde los 30 años. Actualmente se está empezando a implementar en el servicio público de salud.
Por último, el Dr. Roberto Altamirano recuerda la importancia del control ginecológico cada 12 meses: “Este control no solo está enfocado en la prevención del cáncer cervicouterino, mama y endometrio, sino que es útil para evaluar medidas de control general tan importantes como la presión arterial, anticoncepción, prevención de otras enfermedades y fomentar el cuidado del peso corporal, a través de la dieta y el ejercicio”.
Recuerda que el cáncer cervicouterino, que representa una amenaza para la vida de las mujeres de nuestro país y del mundo, se puede prevenir. Por eso es importante que acudas a tus controles ginecológicos de manera periódica y que te realices uno de los exámenes de prevención: el PAP cada tres años o el PCR para VPH cada cinco años.