Diversos estudios epidemiológicos demostrarían que la ingesta de vitaminas B está relacionada con la función cognitiva. En base a estos antecedentes, la Sociedad América de Gerontología publicó recientemente un interesante estudio prospectivo realizado en Singapur.
El estudio -que congregó a 16.948 personas- comenzó cuando los participantes tenían entre 45 y 75 años (1993-1998) y luego de un seguimiento promedio de 20 años, se evaluó la función cognitiva de estas personas (2014-2016). En la evaluación se determinó que a más alta ingesta de Vitamina B2 y B9 durante la mediana edad, menor fue el riesgo de deterioro cognitivo durante la vejez de la población estudiada.
Otros estudios prospectivos también han evidenciado que ingestas más altas de vitaminas B durante la edad adulta joven se asocian con una mejor función cognitiva en la mediana edad.
Vital para la piel, corazón y sistema sanguíneo
Las vitaminas B se encuentran en verduras, frutas, productos lácteos, carnes, vísceras, legumbres, huevos, granos y cereales. Además, de actuar como cofactores en reacciones químicas, el complejo de vitaminas B es vital para mantener una piel sana, para el funcionamiento adecuado de los nervios, el corazón, el crecimiento y desarrollo normal, y la formación de glóbulos.
No olvides entonces, un alto consumo de vitamina B2 y B9 durante la mediana edad, aminora el riesgo de deterioro cognitivo durante la vejez.