El betacaroteno es un pigmento miembro de la familia de los carotenoides -que son compuestos liposolubles, es decir, se disuelven en grasas y se pueden almacenar en el cuerpo-, el cual otorga el color rojo, amarillo o naranjo a frutas, verduras, cereales o aceites.
“Uno de los grandes beneficios del betacaroteno es que, al consumirse, pueden ser transformados a retinol, una de las formas activas de la vitamina A. Esta vitamina tiene propiedades antioxidantes que ayudan a neutralizar los radicales libres, causante de la oxidación, degeneración de las células y envejecimiento prematuro. Además, es un importante nutriente para la visión, el crecimiento, la división celular, la función inmune, facilita la comunicación entre las células, estimulando la síntesis proteica y produce la pigmentación dorada en la piel, a la vez que filtra los rayos solares ultravioleta (UV), entre otros”, explica Mauricio Ríos, nutricionista y docente de la Universidad Católica.
El especialista agrega que diversas investigaciones señalan que el betacaroteno eventualmente ayudaría también a la prevención del cáncer y a una reducción de daño asociado a su tratamiento (radioterapia). “Estudios señalan que un mayor consumo de verduras y frutas ricas en betacaroteno podría disminuir el riesgo de cáncer de pulmón, aunque no está claro aún si estos efectos son solo atribuibles a los carotenos o es una suma de factores que intervienen positivamente como, por ejemplo, patrones de alimentación, estilos de vida asociados (ejercicio, actividad física)”, indica.
Principales alimentos que contienen Betacaroteno
La recomendación de consumo de betacarotenos es de 3 a 6 mg al día para los adultos. Dicha recomendación permite niveles de betacarotenos en plasma que permiten reducir el riesgo de enfermedades crónicas, “Es muy importante asesorarse por un profesional nutricionista que indique cantidades de alimentos, formas de preparación o dosis en suplementos, para un consumo correcto de este nutriente”, advierte.
Ya sabes, consumir este pigmento orgánico se convierte en vitamina A, muy importante para la visión y tus defensas, además de ser un potente antioxidante.