Qué vitaminas ayudan para la energía y el cansancio
La principal razón por la cual las personas sienten desgano, fatiga o cansancio es la falta de horas de sueño. El ajetreo del día, la sobrecarga de trabajo o teletrabajo, la necesidad de responder a las labores de la casa, la demanda de los hijos, entre otras, son factores que muchas veces nos ocupan el día y nos quitan horas de sueño. En ese sentido si una persona refiere cansancio o fatiga, la primera pregunta que hay que hacer es si está durmiendo lo suficiente.
Según explica la Dra. Magdalena Farías, nutrióloga del Centro de Nutriología que lleva su mismo nombre y de la Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica, el cansancio o la falta de energía son síntomas en sí mismos, y su impacto en la funcionalidad o calidad de vida de las personas puede manifestarse como sensación de no tener ganas de hacer cosas, necesidad de estar acostado la mayor parte del día, disminución de la actividad física, somnolencia diurna extrema, entre otras.
“La falta de horas de sueño no sólo afecta la energía, sino que también determina mayor apetito o incluso aumento de peso. Además, una persona que se encuentra con fatiga persistente a largo plazo tiene mayor riesgo de generar un trastorno del ánimo como la depresión. Por otra parte, la menor movilidad determina una disminución en el gasto energético pudiendo favorecer también el aumento de peso”, indica.
Vitaminas que nos aportan mayor energía.
Las vitaminas nos aportan energía y la deficiencia de algunas pueden manifestarse clínicamente con síntomas de fatiga y falta de energía, advierte la especialista.
- Tal es el caso de la deficiencia de vitamina D, por lo que puede ser de utilidad la suplementación en los meses de invierno en que nos exponemos menos al sol.
- La falta de hierro, ácido fólico y vitamina B12, los cuales participan en la síntesis de glóbulos rojos, pueden favorecer el desarrollo de un cuadro de anemia, el que también puede manifestarse con síntomas como cansancio, somnolencia o fatiga, junto con signos físicos como palidez. “Además, la falta de vitamina B12 puede generar hormigueo o falta de equilibrio en las extremidades inferiores, lo que algunos pacientes perciben como cansancio o fatiga en las piernas”, indica la nutrióloga.
La especialista señala que es importante asegurar un adecuado aporte de estas vitaminas que ayudan para la energía y el cansancio, lo que suele lograrse con una alimentación equilibrada. “Cuando se sospecha que pudiera haber deficiencias de algunas vitaminas, éstas deben ser verificadas mediante exámenes de laboratorio para definir, según esos parámetros, la dosis a indicar. Por ejemplo, no son los mismos requerimientos de hierro en un paciente con una anemia leve (en que la suplementación oral suele ser suficiente), que en una persona con una anemia severa, quien puede requerir de la administración de hierro intravenoso. Algunos suplementos que contienen cafeína pueden potenciar la actividad y aumentar la energía en ciertas personas. También hay estudios a favor de la suplementación de omega-3 en relación con una mejoría en ciertas funciones cognitivas”, asegura.
Cómo mantener la energía siempre arriba
- Asesórate por un médico especialista para que identifique las condiciones médicas que justifican el uso de suplementos de vitaminas. También para que te entregue respaldo y seguridad en la indicación de una vitamina.
- Solicita una medición de niveles plasmáticos de vitaminas en la primera consulta del médico especialista, con el fin de identificar deficiencias preexistentes.
- Busca consejería para tener una alimentación equilibrada, ya que la mayoría de las vitaminas y minerales se pueden obtener de fuente dietética.
- En lugares geográficos donde la deficiencia de vitamina D es extremadamente frecuente, es posible suplementarla durante los meses de invierno.
- Ten presente que tampoco es bueno tomar dosis muy altas de vitaminas ya que puede ser dañino, esto es especialmente relevante en el caso de las mujeres embarazadas y la vitamina A. Consulta siempre con un especialista.
Una alimentación equilibrada, una buena higiene del sueño y un adecuado aporte de vitamina D y B12, te ayudarán a mantener tu energía siempre arriba.
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