Las vitaminas son nutrientes de gran importancia para la salud general de la piel, sobre todo las vitaminas pertenecientes al Complejo B, ya que tienen efectos en la cicatrización y regeneración de heridas debido a su papel en el crecimiento y multiplicación de las células; proceso que se conoce como proliferación celular.
La vitamina B5 o ácido pantoténico, por ejemplo, es esencial para la proliferación de los queratinocitos, que son las células predominantes de la capa más superficial de la piel o epidermis.
Diversos estudios han señalado que el dexpantenol, una provitamina del ácido pantoténico, en combinación con el tratamiento con ultrasonido, acelera la producción y organización de la fibra de colágeno en las primeras etapas de la reparación cutánea.
Carencia de vitamina B altera el colágeno
Cuando existe deficiencia de vitaminas B, suceden eventos desfavorables para la salud de la piel. Por ejemplo, la carencia de vitamina B6 (piridoxina) puede alterar la formación del colágeno de la piel, mientras que niveles bajos de biotina, la denominada “vitamina de la belleza” o B7, resultan ser un factor predisponente para un tipo de alopecia y de dermatitis eritematosa, que es un trastorno de la piel que provoca enrojecimiento e inflamación cutánea.
La vitamina B9, más conocida como ácido fólico, es necesaria para la división celular y parece tener un efecto positivo sobre la proliferación de fibroblastos, células que producen proteínas de colágeno que se utilizan para mantener la estructura de muchos tejidos, entre ellos la piel. El déficit de vitamina B12, en tanto, conduce a una hiperpigmentación cutánea y su déficit podría ser uno de los factores involucrado en el desarrollo de psoriasis.
Si bien actualmente el colágeno y componentes antioxidantes son protagonistas en productos de belleza para el cuidado de la piel, formulaciones que además incluyan el complejo B, podrían potenciar mucho más los beneficios esperados.