Los anteojos de sol son mucho más que un accesorio para mejorar tu look, sino un elemento importante para cuidar tus ojos, si consideras los riesgos para la salud ocular de la exposición al sol sin protección.
La protección solar para la visión debe ser permanente, pues los rayos UV traspasan las nubes y pueden dañar los ojos en todas las estaciones del año. Debes usar lentes de sol cada vez que vayas a lugares como la montaña, por el reflejo de la radiación UV en la nieve; al lago o a la playa, porque los rayos UV también se reflejan en el agua. También se puede dañar la visión al mirar directamente y sin protección una soldadura al arco o un eclipse solar.
Daño en las córneas
Uno de los daños oculares a corto plazo más frecuente y doloroso por exponerse a la radiación UV sin lentes de sol es la fotoqueratitis o queratitis actínica, según advierte el Dr. Michel Mehech, director médico de Clínica Oftalmológica 20/20. “Es la lesión del epitelio corneal, que es la capa superficial de la córnea, por exposición a radiación UV provenientes del sol o fuente artificial”, describe el especialista.
La queratitis actínica produce síntomas evidentes y que requieren de consulta oftalmológica, tales como dolor intenso, lagrimeo, fotofobia, ojos rojos y sensación de cuerpo extraño. Lo positivo es que esta enfermedad es reversible espontáneamente, y más rápido, con el tratamiento oportuno. Finalmente, no produce secuelas ni daño acumulativo.
Cataratas y degeneración macular
Distinto es el caso del daño de la visión a largo plazo favorecido por la radiación UV. “En este caso se relaciona con mayor incidencia de cataratas y degeneración macular, relacionada con la edad”, advierte el Dr. Mehech.
Las cataratas, que es la opacidad progresiva del cristalino de los ojos, es una de las principales causas de ceguera reversible en el mundo y uno de sus factores de riesgo es la exposición prolongada a la radiación ultravioleta. En tanto, la degeneración macular es una patología que afecta a la mácula, que corresponde a la parte central de la retina, y su desarrollo puede incluso provocar la pérdida de la visión central, sobre todo en personas de edad avanzada.
Protección UV y UVB
La medida más efectiva para cuidar la visión del daño solar es utilizar lentes con protección UV y UVB cada vez que nos expongamos al sol. Eso sí, sólo aquellos lentes de sol certificados y vendidos en el comercio formal otorgan protección efectiva a la radiación UV.
¿Cómo reconocer los lentes de sol certificados? “Hay que buscar una marca o etiqueta en la montura de los anteojos que diga filtro UVA y UVB, o bien que diga etiqueta UV400”, aconseja el profesional.
Recuerda que los ojos sufren daños a corto plazo y acumulativos por la exposición al sol sin protección. Los lentes de sol certificados son la mejor medida de prevención.