La moda y la publicidad han impuesto un aspecto físico ideal en que la delgadez es entendida como una condición perfecta, pero que no todos pueden lograr. Muchos buscan conseguirla para encajar en ese prototipo de belleza establecido.
Para cuestionar esos cánones estéticos surgió el movimiento activista “Body positive” que, como su nombre lo indica, promueve una mirada positiva y de aceptación a los distintos tipos de cuerpo, raza y color de piel. “Me encanta que se haya tomado más conciencia de cómo la publicidad y la moda genera presión en muchas mujeres y hombres por acercarse a estándares de ‘belleza’ que son poco representativos realmente y, por ende, necesitábamos con urgencia reformular la situación para integrar mucho más a todos y todas”, plantea Mónica López, psicóloga especialista en felicidad y directora del Instituto del Bienestar.
Reconciliarse con el cuerpo
De acuerdo a su experiencia clínica, Mónica López señala que con frecuencia este tema es motivo de consulta psicológica. Por un lado, está la compleja adaptación al cambio corporal natural del ciclo vital, como los casos de niñas que no quieren crecer y de mujeres que se niegan a envejecer.
“Son muy pocas mujeres las que refieren sentirse satisfechas y felices con sus cuerpos. Una característica frecuente en quienes se declaran más satisfechas con sus cuerpos, son mujeres que han logrado crear una autoestima basada en sus características internas más que externas, se sienten orgullosas de quienes son, valiosas por lo que son más allá de su apariencia”, afirma.
Es en esta aceptación y valoración personal, más allá de la apariencia, donde Body Positive cobra sentido. “El movimiento Body Positive nos ayuda a ver cómo existe belleza en cada una de las etapas de la vida, y en cada cuerpo, independiente de su color, forma o volumen”, asegura la especialista en felicidad.
Cambios positivos
Según la profesional, Body Positive ha sido un valioso activismo porque ha ayudado a las personas a desprenderse de sus inseguridades relacionadas con el físico y para mejorar su autoestima, a través de los siguientes cambios positivos:
Así también, Mónica López propone una serie de acciones y actitudes que ayudan en lo cotidiano a desarrollar la autoestima. “La gratitud es una fortaleza que podemos entrenar, así que en terapia es uno de los focos para avanzar en la aceptación positiva. Trabajar por apreciar lo que sí existe en ti, en vez de tener el foco en todo lo que crees que te falta es un paso importante. También es necesario fortalecer nuestra autoestima, desarrollando nuestra capacidad de sentir orgullo por nuestros logros, nuestras fortalezas y por las situaciones difíciles que hemos superado”, dice la profesional.
Por último, Mónica López sugiere un ejercicio práctico para saber cómo nos ven y valoran las personas más cercanas. “Pedirles a tres personas que te quieren, que te digan tres cosas que le gustan de ti como persona. Es un ejercicio que nos ayuda a tomar más conciencia de que quienes están a nuestro lado con cariño, no lo hacen por nuestra apariencia, sino por quienes somos”.
Recuerda que el movimiento “Body Positive” promueve la aceptación y valoración de nuestro aspecto físico tal como es, lo que ayuda a mejorar la autoestima y el bienestar.