Las várices son esas venas oscuras, gruesas y dolorosas que se dejan ver en las piernas, especialmente en las pantorrillas.
Según el Dr. Rodrigo Águila, cardiólogo de Clínica Indisa, un gran número de pacientes hipertensos que presenta insuficiencia cardíaca, puede generar várices. “Pero esto es un efecto más, que coexiste. En ningún caso la hipertensión es la que genera directamente la aparición de várices”, enfatiza.
El especialista explica que las várices se generan cuando la presión sanguínea aumenta en el interior de las venas, es decir, no cumplen correctamente su función de llevar la sangre de retorno al corazón, por lo que se van acumulando en las venas, ocasionando dolor y molestias.
Se pueden producir por diversos factores, tales como embarazo, estreñimiento, ciertos tumores, sobrepeso u obesidad, entre otros motivos. Las várices más comunes y visibles son las que suelen afectar las piernas, ya que al estar mucho tiempo de pie se puede producir mayor presión en las pantorrillas. Sin embargo, también pueden aparecer en otras zonas del cuerpo como el esófago llamadas várices esofágicas; la región anal, lo que se conoce como hemorroides; o en los testículos donde se les denomina varicocele.
Más allá de lo estético
Para mucha gente las várices son un tema más bien estético, pero el problema real es que pueden ocasionar molestias e incluso pueden provocar dolores punzantes que a veces son invalidantes. También puede suceder que si se golpea o rasguña la zona afectada -muchos pacientes suelen rascarse porque les genera picazón- las várices pueden reventarse. En estos casos, es imprescindible consultar a un médico.
Según el Dr. Rodrigo Águila, es frecuente ver a personas cada vez más jóvenes con tendencia al desarrollo de várices e hipertensión, lo cual se debe a factores ambientales. “Se asocian a ciertos hábitos y estilos de vida, como sedentarismo y mala alimentación, y no tanto a aspectos genéticos”, señala.
Hábitos que contribuyen a la formación de várices:
Mantener sobrepeso y obesidad porque ejerce mayor presión sobre las piernas.
Consumir frecuentemente productos con alto contenido de grasa animal ya que contribuyen a obstruir las venas.
Consumir exceso de sal.
Ingerir exceso de alcohol.
Fumar. “El tabaco deteriora y adelgaza las paredes de las venas”, comenta el especialista.
Ser sedentario/a, por lo tanto, es aconsejable realizar actividad física, ojalá entre 150 y 300 minutos a la semana.
Ya lo sabes, para evitar las molestosas várices, evita el sedentarismo y aliméntate de manera saludable.