No es lo mismo entrenar desde los 15 años que empezar a tener una rutina de ejercicios a partir de los 45 y no haber realizado antes actividad física de manera regular. Tampoco es lo mismo para las personas de distintos géneros ni para quienes acaban de pasar por una cirugía bariátrica, o para una persona acostumbrada a realizar deporte. Todos somos diferentes y es importante autoconocernos para saber qué es lo que nos va a hacer bien y qué debemos evitar.
“Tomar o no desayuno antes de hacer ejercicios estará supeditado al objetivo que uno tenga. Los beneficios de entrenar en ayunas tienen que ver con aumentar la quema de grasa corporal ya que cuando una persona no ha ingerido alimentos, el organismo se ve obligado a hacer uso de las reservas -que generalmente son grasas- para proveer de esta energía adicional que se requiere al hacer actividad física. Por lo tanto, si mi objetivo es utilizar la grasa como fuente de energía, entonces sí pudiera ser un buen método entrenar con el estómago vacío”, señala Johanna Pino, kinesióloga, Magíster en Ciencias del Deporte y directora de Kinetemueve.
Además, agrega que ejercitar sin desayuno depende de la tolerancia que tengan las personas al ayuno. “Si sabemos que no comer nada nos va a hacer mal, que vamos a tener una baja intensidad porque nos cansamos más o que, incluso, nos podemos desmayar por la poca energía que tenemos, es mejor ingerir algo antes”, subraya la profesional.
Johanna Pino hace hincapié en las poblaciones que no debieran hacer ayuno:
Personas que se hayan realizado una cirugía bariátrica porque no tienen reservas de grasa y están más débiles. “En los dos o tres meses posteriores a la operación, los pacientes tienen muy pocas reservas de energía ya que su ingesta de alimentos ha bajado considerablemente. Por lo tanto, si ayunan antes de hacer ejercicio, no van a tolerar bien la sesión y al final esto puede ser peor porque están débiles y además se pueden frustrar”, explica Johanna Pino.
Embarazadas, especialmente quienes tienen más de 6 meses de gestación. “Los niveles de insulina son más altos en las embarazadas, por lo tanto, si ayunan antes de hacer deporte, puede ocasionar un mayor riesgo de que hagan un cuadro de hipoglicemia, lo que también puede afectar al bebé en gestación. Además, el feto necesita el aporte constante de nutrientes y cuando las embarazadas hacen ejercicio sube la demanda de dichos nutrientes”, argumenta.
En el caso de los niños pueden ayunar antes de hacer ejercicio, pero deben recuperar energías posteriormente consumiendo una colación nutritiva. “Si hacen ayuno porque, por ejemplo, la leche por las mañanas les da asco y al llegar al colegio tienen educación física, lo importante es prepararles una colación nutritiva para el primer recreo”, recomienda.
Proteínas, carbohidratos o grasas
Una de las mejores maneras de quemar grasa es mediante la ingesta de proteínas. “Si en las mañanas una persona consume, por ejemplo, huevos, avena, yogur o leche y luego realiza actividad física, obtendrá beneficios por la disminución del nivel de grasa en el cuerpo. Por lo tanto, la recomendación es priorizar las proteínas y evitar los carbohidratos en el desayuno, previo al ejercicio, como pan, masas y frutas; y las grasas tales como tocino, embutidos y quesos mantecosos”, aconseja la kinesióloga.
Por otra parte, la profesional señala que tomar un desayuno muy contundente o muy “pesado”, hace que nuestro proceso de digestión se realice con dificultad. “Nos sentimos físicamente más pesados, cansados, sin energía”, describe.
Desayuna para mejorar tu rendimiento
La kinesióloga agrega que, para tener un buen rendimiento en ejercicios de esfuerzos, de corta duración, de mayor intensidad, que impliquen trabajo de fuerza o de potencia muscular como, por ejemplo, hacer pesas, aconseja tomar desayuno previamente. Ese tipo de ejercicio requiere de energía inmediata aportada por los carbohidratos. “Al hacer ayuno no tendríamos esa fuente de energía inmediata como para echar mano en este tipo de ejercicios demandantes”, añade.
Finalmente, Johanna Pino aconseja a quienes suelen tener la costumbre de trotar o ir al gimnasio al empezar el día, consumir un desayuno liviano. En tanto, para aquellos que hacen ejercicios del tipo más “cardio”, el no desayunar les va a favorecer la quema de grasa, pero no su rendimiento.
Como ves, tomar o no desayuno antes de realizar actividad física, dependerá de tus objetivos y de tu perfil. Recuerda que si te sometiste a una cirugía bariátrica o si estás embarazada, siempre debes desayunar antes de ejercitarte.