Días más cortos y grises, junto a la lluvia y el frío, son la tónica del invierno, un ambiente que para algunos puede provocar desánimo o melancolía, aunque para otros podría dar lugar a un cuadro depresivo.
Como su nombre lo indica, el trastorno afectivo estacional (TAE), es una alteración del ánimo transitoria y no crónica, porque es un cuadro depresivo que suele presentarse en la temporada otoño-invierno.
“Las personas que lo padecen experimentan ánimo depresivo, pérdida de interés y de la capacidad de experimentar placer, cambios en el sueño y el apetito, falta de energía y dificultad para concentrarse. Estos síntomas tienden a desaparecer en primavera y verano”, explica el Dr. Alberto Aedo, jefe de la Unidad de Trastornos del ánimo de Red Salud UC CHRISTUS.
Días cortos, grises y tristes
La ocurrencia de este trastorno en invierno está relacionada con la menor exposición a la luz natural, propia de estos meses. El Dr. Aedo explica que por este motivo su tratamiento considera la luminoterapia. “Consiste en exponer a las personas a una luz brillante y artificial durante ciertas horas del día para compensar la falta de luz solar. Esta intervención ayuda a regular los ritmos circadianos y a mejorar los síntomas depresivos asociados al trastorno afectivo estacional”, precisa.
El psiquiatra subraya que, si bien el TAE tiene síntomas similares a la depresión crónica, se diferencia de ésta por su temporalidad acotada a la temporada otoño-invierno. “El trastorno afectivo estacional se caracteriza por la presencia de síntomas depresivos recurrentes que siguen un patrón estacional, con una aparición típica durante el otoño e invierno y una remisión en primavera y verano. En contraste, los trastornos del ánimo crónicos, como el trastorno depresivo mayor crónico, exhiben una duración prolongada de los síntomas, sin una relación estacional específica”, explica.
Tratamiento
Además de la ya señalada luminoterapia, el tratamiento para este trastorno del ánimo considera terapia psicológica de tipo cognitivo-conductual, para identificar y cambiar los patrones de pensamientos negativos y comportamientos asociados con la depresión estacional. Además, en algunos casos el psiquiatra tratante puede indicar medicamentos antidepresivos para ayudar a aumentar los niveles de serotonina en el cerebro y así aliviar los síntomas depresivos.
Amigo sol
Por otro lado, la proximidad de la primavera y el inicio de días más largos y luminosos es un efectivo apoyo para aliviar este trastorno. “La mayor cantidad de luz solar puede influir positivamente en los ritmos circadianos y la producción de neurotransmisores como la serotonina, que están implicados en la regulación del estado de ánimo. La exposición a la luz natural intensa y prolongada puede tener efectos beneficiosos, mejorando los síntomas depresivos”, afirma el profesional.
Por último, si bien es complejo prevenir el trastorno afectivo estacional, sí existen medidas efectivas para reducir su impacto, según señala el Dr. Alberto Aedo.
Recuerda que el trastorno afectivo estacional es un cuadro depresivo que afecta en la temporada otoño-invierno. Sus síntomas son similares a los de la depresión crónica, pero desaparecen con la llegada de la primavera, de todos modos, siempre es recomendable consultar con un profesional de salud mental.