Este tipo de paté de origen árabe, que se elabora en base a garbanzos y cuyo consumo se ha popularizado en el último tiempo, también se puede preparar con zanahoria, así puedes aportar otros nutrientes y colores en tu plato.

Benjamín Torres, nutricionista y Magíster (c) en Nutrición de la Universidad de Chile, comenta que, al igual que la mayoría de las verduras, la zanahoria es baja en calorías, grasas totales, sodio y libre de colesterol.

“Su contenido de carbohidratos es levemente mayor que las verduras en general, su aporte de potasio y fibra dietética es moderado, pero destaca su alto contenido de betacaroteno, el cual es un precursor de la vitamina A o retinol”, explica.

Por su parte, los garbanzos -esenciales de nuestra receta- son una rica fuente de hidratos de carbono de absorción lenta, por lo que evitan el desequilibrio de los niveles de azúcar y generan una energía constante. Además, son altos en fibra, ayudan a regular el colesterol y son ricos en minerales, sobre todo fósforo, hierro y magnesio. También aportan vitaminas B1, B6 y ácido fólico.