¿Pasaste de un lugar a otro de tu casa y se te olvidó para qué, o más de alguna vez has perdido las llaves? Los ejemplos de problemas de memoria o atención pueden presentarse en muchas personas, pero en algunas son más frecuentes o recurrentes.
Se les suele llamar “despistados” a quienes son distraidos y aunque ese rasgo podría parecer normal, tal vez podría estar relacionado con algún deterioro de la salud mental o neurológica. “Hay personas que usualmente son ‘despistadas’, pero lo han sido siempre, y si a eso se suman otras características podríamos estar, por ejemplo, ante un déficit atencional. Sin embargo, si estos problemas aparecen de un momento a otro, de manera súbita, se deben evaluar distintas causas que los estén provocando como estrés, trastornos del sueño, trastornos del ánimo o deterioro cognitivo, entre otras”, señala la Dra. Lorena Morante, neuróloga de Grupo Cetep.
Atención y memoria
La Dra. Lorena Morante explica que la atención y la memoria son dos capacidades cognitivas distintas, pero que se complementan y actúan en conjunto para desenvolvernos de manera efectiva en actividades cotidianas como estudiar, conversar, trabajar o leer. “Para recordar algo primero debo poner atención y, luego, fijarlo en la memoria”, indica la neuróloga.
Cuando cualquiera o ambas capacidades se ven alteradas en lo cotidiano y esos lapsus afectan aspectos de la vida diaria, como el estudio, el trabajo o las relaciones sociales, es una alerta que no se puede soslayar. “Si estos síntomas causan alteración en la vida diaria se debe consultar a un médico. Por ejemplo, si mi falta de atención o mis olvidos no me dejan trabajar o desarrollar mis actividades con normalidad tengo que ir al médico. La mismo debo hacer si estos síntomas generan mucha angustia o preocupación”, afirma la especialista.
Consulta médica oportuna
La consulta médica oportuna es importante para el diagnóstico y tratamiento precoz de trastornos del ánimo o neurocognitivos que puedan estar asociados con los problemas de memoria y atención. Entre los primeros destacan la depresión y en los segundos las enfermedades de Alzheimer y Parkinson, o la demencia frontotemporal, estas últimas más frecuentes a medida que aumenta la edad.
Autocuidado de la salud mental
Para estimular las capacidades cognitivas y en general para cuidar la salud mental, es fundamental realizar actividades cotidianas que desafíen el pensamiento. Para ello, la Dra. Morante propone las siguientes actividades.
“Todas aquellas actividades que enriquezcan el funcionamiento del cerebro, por simples que parezcan, son necesarias y recomendables para cuidar la salud mental y mantener activos nuestros dominios cognitivos”, concluye la Dra. Lorena Morante.
Recuerda que los olvidos o problemas de atención pueden ser normales, pero si aparecen de súbito, con frecuencia y afectan la vida cotidiana es necesaria la consulta médica.