Como son pruebas exigentes, el especialista sugiere que la cena en modo running incluya entrada y postre. En el primer caso, asegura, te sentará bien una ensalada de pepino y tomate, con aceite de oliva y limón como aderezo, mientras como postre propone gelatina con trozos de fruta natural, para incrementar la ingesta de carbohidratos. “Las verduras aportan vitaminas A y C, y minerales como potasio y magnesio, esenciales para la contracción muscular y la prevención de calambres. Mientras que gelatina con fruta es una excelente forma de aportar una mayor cantidad de carbohidratos y vitaminas”, dice el especialista en nutrición deportiva.

Así es que ponte el delantal, ¡y a preparar tu cena modo running!

Preparación:

Inicia las preparaciones frías. Haz la gelatina según indicaciones del envase, una vez que esté semi cuajada incorpora los trozos de fruta y consérvala en el refrigerador. Para la ensalada, pela un tomate y el pepino, corta ambos en láminas e incorpóralos en una fuente. Sólo al momento de servir aliña con limón a gusto, aceite y sal.

Después, prepara el plato de fondo poco antes de la hora de cenar, para que no tengas que calentarlo. Lleva el medallón de pechuga de pollo sin piel al horno, aliñado con la sal y las especias, y hornea por unos 25 minutos a unos 180°C. Mientras, para la salsa casera pica un tomate en trozos pequeños y sofríelo en una cucharadita de aceite de oliva caliente, aliña a gusto y retira del fuego cuando tenga consistencia cremosa. Luego, cocina la pasta en agua hirviendo por unos 7 u 8 minutos, para que tenga una cocción al dente, apaga el fuego y escurre el agua.

¡Ya tienes todo listo para servir! Disfruta tu cena, luego relájate con música o lectura y acuéstate temprano, porque al despertar te espera una extenuante competencia.