Se les llama despistados o que andan en la luna a las personas que suelen olvidar cosas cotidianas como, por ejemplo, dónde estacionaron el auto, dejaron las llaves u otro objeto.
Lo que puede ser un perfil o rasgo normal de la personalidad, propio de personas distraídas, también podría significar un problema de salud mental o neurológico, si es que los olvidos o desatenciones afectan la seguridad, autonomía o desempeño de la persona en sus actividades diarias.
“Siempre es bueno evaluar si son olvidos cotidianos, frecuentes sin mayor importancia, o si se trata de olvidos o inatenciones que pongan en riesgo a la persona o a quienes lo rodean. También es relevante evaluar si en relación a estos fenómenos, la persona ha perdido autonomía o funcionalidad”, sostiene el Dr. Álvaro Vidal, neurólogo de Clínica Somno.
Los problemas de memoria que afectan de manera significativa a la persona y su desempeño pueden tener relación con diversas causas, “pueden deberse a trastornos del sueño, de la esfera anímica, ansiedad o incluso algún tipo de trastorno de déficit atencional o demencia, dependiendo del cuadro clínico”, dice el Dr. Vidal.
Atención y memoria
Entre las diferentes capacidades cognitivas, hay dos relevantes que ocupamos a diario para desenvolvernos, como son la atención y la memoria. Ambas se complementan para realizar actividades cotidianas como estudiar, conversar, trabajar o escribir. Si una o ambas se alteran y dan lugar a lapsus mentales, es un problema que no debiéramos desestimar.
Además, los problemas de atención o memoria en algunos casos se pueden presentar con otros trastornos neurológicos más complejos, los que también requieren evaluación médica.
“También se debe consultar si se inicia con síntomas de déficit neurológico como trastorno del lenguaje, pérdida de fuerza, trastorno del habla, cefaleas intensas, visión doble, incontinencia de orina, trastorno de la marcha, temblor u otros movimientos involuntarios, entre otros”, advierte el especialista.
Trastornos neurocognitivos a temprana edad
El Dr. Álvaro Vidal hace un alcance importante, los trastornos o alteraciones neurocognitivos que afectan la memoria no son exclusivos de los adultos mayores, aunque sí son más frecuentes a partir de los 65 años de edad.
“Se han detectado casos de deterioro neurocognitivo en pacientes más jóvenes, incluso cercano a los 30 años. Por esto es relevante comprender que estos trastornos no son exclusivos de los adultos mayores, y es importante consultar ante los signos de alarma mencionados previamente”, advierte.
Prevenir y cuidar la salud mental
Finalmente, el Dr. Vidal recuerda que el desarrollo de hábitos de vida saludables beneficia tanto al bienestar físico como al mental, lo que contribuye a prevenir y controlar trastornos neurocongnitivos. Aquí algunas indicaciones:
Recuerda que los olvidos o desatenciones recurrentes pueden ser normales si no afectan tu seguridad y desempeño en actividades diarias, de lo contrario podrían ser síntomas de algún trastorno mental o neurológico.