Principales causas

Según indica la especialista, hay varias teorías que pueden determinar la causa de la hinchazón abdominal. Por ejemplo:

• Aumento del gas intestinal. Ocurre por el consumo de alimentos, tales como: brócoli, repollo, coliflor, alcachofas y bebidas gaseosas, entre otros. “Los pacientes y algunos médicos creen que cantidades excesivas de gas intestinal son la razón de hinchazón y / o distensión. Sin embargo, los estudios no han apoyado esta teoría como causa única. Puede deberse también a ingestión de aire mientras comemos (aerofagia) o a una falta de expulsión de gases”, señala.

• Falta de tono de la musculatura abdominal. “Cada vez hay más evidencia de que la hinchazón abdominal ocurre o se acentúa por un deterioro de la musculatura abdominal. Un gran porcentaje es por causa de una maniobra muscular voluntaria, relacionada con la postura, que ocasiona que descienda el diafragma y desplace los órganos viscerales de la cavidad abdominal hacia abajo y hacia delante, causando una sensación de hinchazón”, explica.

• Mala absorción de carbohidratos (lactosa, fructosa, sorbitol). “Se han reconocido, al menos, dos mecanismos mediante los cuales algunos alimentos generan distensión: la intolerancia, en caso de alimentos grasos, carbohidratos de baja digestibilidad, azúcares no absorbibles, fibra insoluble, lactosa y vegetales; y la hipersensibilidad, en la cual la activación del sistema inmune a través de fenómenos alérgicos e incluso mecanismos de inflamación de la mucosa intestinal, se encuentran involucrados en la aparición de estos síntomas”, afirma.

• Alteraciones a nivel de la flora bacteriana, que actúa como defensa de nuestro organismo. Cuando se altera, ya sea por algún antibiótico o malos hábitos de alimentación, puede producir gases, diarrea o infecciones.

• Altos niveles de estrés y ansiedad.

• Hidrátate. La recomendación son 2 litros de agua al día. Recuerda beber lento para no tragar aire. No utilizar bombilla y evitar tomar líquidos durante las comidas.
• No a la lactosa en personas intolerantes. Sí a los probióticos. De no existir intolerancia a la lactosa, los lácteos fermentados descremados ricos en probióticos como yogur y kéfir ayudan a la flora intestinal y a reducir la colonización de bacterias perjudiciales. “Los probióticos tienen un potencial efecto sobre la estabilidad de la microbiota intestinal, cuya cantidad y composición parece estar alterada en los pacientes que sufren de distensión. Se ha visto que una microbiota alterada produce una mayor cantidad de gases”, advierte.
• Evita el exceso de ciertos carbohidratos y de edulcorantes sustitutos del azúcar, ya que el intestino humano no puede digerirlos debido a que carece de esas enzimas, por lo que no se absorben. Esto hace que se fermenten en el colon, produciendo meteorismo y distensión abdominal. Algunos ejemplos son la lactosa, jarabe de maíz alto en fructosa y polioles, que es un alcohol derivado del azúcar presente en endulzantes artificiales, chicles y en alimentos dietéticos, entre otros.
• Realiza actividad física, maneja el estrés y sigue un estilo de vida saludable. El ejercicio ayuda a reducir la distensión abdominal. Los más beneficiosos son natación, yoga, pilates y, fundamentalmente, los abdominales que pueden fortalecer la pared abdominal y mejorar el movimiento intestinal.
• Cultiva la higiene del tránsito intestinal. La mantención de correctas medidas nutricionales puede ayudarte a disminuir el desarrollo de constipación lo que, sin duda, aliviará la distensión. Éstas son: aumento de consumo de alimentos frescos y fibra, beber abundante líquido, hacer ejercicio regularmente, mantenerse activo y controlar el estrés. Y, lo más importante, cuando sientas el impulso de evacuar deposiciones, no lo pases por alto.

Ya sabes, sigue estos consejos para evitar la hinchazón abdominal. Si tus síntomas no mejoran con cambios sencillos o si, además, presentas dolor abdominal persistente o severo y constipación crónica, visita a un especialista.