Controla la hipertensión con estos tomates rellenos
Súbele el nivel al tomate. De una simple ensalada, conviértelo en el protagonista de tu almuerzo o cena, preparándolo como plato principal. En el caso de esta receta, puedes rellenar el tomate con lo que se te ocurra, pero ojalá lo hagas con alimentos saludables como: atún, quínoa, verduras y legumbres, entre otros.
Según Mauricio Ríos, nutricionista y docente de la Pontificia Universidad Católica de Chile, el licopeno, uno de los principales componentes de esta hortaliza, es un potente antioxidante que actúa protegiendo a los lípidos, lipoproteínas y ADN, entre otros, de los radicales libres. “Se ha demostrado que el consumo regular de esta verdura disminuye los niveles de colesterol LDL (colesterol malo) y los triglicéridos en sangre”, enfatiza.
Además, el tomate es una rica fuente de vitaminas y minerales. “Aporta una buena cantidad de vitamina C, vitamina A, vitamina K, potasio y hierro; y es bajo en calorías”. Contribuye a mejorar el sistema inmune, mejorar la salud de la piel, prevenir las infecciones del tracto urinario, entre otros atributos.
Como ves, el tomate proporciona varios beneficios para la salud, por lo tanto, se merece un lugar importante en tu mesa, por eso te recomendamos guardar esta receta para que puedas prepararla cuando quieras.
Ingredientes:
6 tomates
1 ½ taza de quínoa (cocida)
1 pimentón (rojo o verde)
1 cebollín
1 tarro de atún (al agua)
Perejil o cilantro al gusto
Sal al gusto
Pimienta al gusto
1 chorro de aceite de oliva
1 yogur natural sin endulzar
Preparación:
Lava bien los tomates y ahuécalos con una cuchara. Deja reservado en un bol el interior que sacaste con la cuchara. Pica las verduras en cuadros pequeños y mezcla todo en el bol con la pulpa del tomate. Agrega el atún y la taza de quínoa ya cocida. Sazona con aceite, sal y un poco de pimienta. Añade el yogur para darle una consistencia más cremosa. Con una cuchara rellena los tomates y colócale el cilantro o perejil picado encima. Algunas personas meten el tomate al horno precalentado unos minutos. Pero también está la opción de consumirlos crudos. Así obtendrás mejor sus nutrientes.
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