Trastornos de ansiedad y depresión son algunos de los problemas de salud mental más frecuentes en la población, los que últimamente han registrado un preocupante incremento, lo que ha llevado a que los fármacos para tratarlos, como ansiolíticos, antidepresivos y antipsicóticos también muestren un alza en su uso. Según un informe del Ministerio de Salud, a través de su Departamento de Economía de la Salud (Desal), en los últimos dos años aumentó en un 89% el uso de psicofármacos.
Pandemia y otros factores del alza
Según explica el Dr. Jorge Ochoa, médico psiquiatra de Grupo Cetep, este preocupante registro se explica por diferentes factores. Uno de ellos ha sido la pandemia. “El Covid-19 ha generado un aumento de los trastornos neuropsiquiátricos, ya sea por acción directa del virus y el cuadro que genera, como también por el estrés desencadenado por las repercusiones económicas, confinamientos, temor a la infección, etc”, afirma el profesional.
El especialista comenta que hay una búsqueda de alivio inmediato para disminuir los síntomas ansiosos mediante la toma de un medicamento. “Muchas veces basta con una buena caminata de 45 minutos para disminuir los niveles de ansiedad”, dice el Dr. Ochoa.
Síntomas y trastornos más frecuentes
En Chile, las afecciones de salud mental más frecuentes son los trastornos de ansiedad. Entre los trastornos ansiosos están las fobias, el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), el trastorno de pánico, reacción aguda al estrés, trastornos adaptativos y trastorno de ansiedad generalizada, entre otros.
En segundo lugar, están los cuadros depresivos y otros trastornos del ánimo, tales como la depresión y la bipolaridad. Mientras, en tercer lugar, se ubican los trastornos por abuso y adicción al alcohol y drogas. Precisamente, los problemas de salud mental más frecuentes en Chile son los que han mostrado un incremento en las consultas psiquiátricas en los últimos años.
En general, los trastornos mentales suelen iniciarse con síntomas ansiosos, por ejemplo, cuando las personas se enfrentan a factores de estrés tales como conflictos de pareja, problemas económicos, sobrecarga laboral o de estudios, entre otros. Junto con el cuadro de ansiedad, también aparecen síntomas de malestar físico como tensión muscular, dolor cervical, lumbar, cefalea y bruxismo, entre otros.
“Muchos de estos trastornos de naturaleza reactiva a estresores ambientales, pueden ser manejados con medidas no farmacológicas: como hidratación adecuada, higiene de sueño, alimentación balanceada, actividad física, cultivar redes de apoyo, especialmente cuando están en su fase inicial y cuando son leves o moderados, asociado a apoyo psicoterapéutico otorgado por psicólogos clínicos”, describe el Dr. Ochoa.
En una etapa más avanzada y si los factores de estrés persisten, a los síntomas descritos se puede sumar un cuadro depresivo. “Las principales manifestaciones son el desánimo, pérdida de energía y anhedonia (dificultad para disfrutar) marcados, la mayor parte del tiempo, por al menos dos semanas. Estos síntomas se asocian a alteraciones del sueño, apetito o libido, dificultad o pérdida de capacidad de atención y de memoria reciente, sentimientos de tristeza, culpa, pudiendo llegar a ideas de muerte e ideación suicida franca”, detalla el profesional sobre las señales de la depresión.
Ante los síntomas descritos que perduran en el tiempo, lo indicado es la consulta psicológica, si son de carácter leve o moderado. En cambio, si su impacto es mayor o si se presentan ideas suicidas, se debe acudir a un médico psiquiatra.
Cuidado de la salud mental
Si bien la consulta médica y diagnóstico oportuno es un factor de buen pronóstico para cuadros psiquiátricos, la principal recomendación es la prevención. “El ideal es no tener que tratar, sino prevenir y entregar herramientas a las personas que les permitan mantener un nivel óptimo de salud física y mental, relacionados con el bienestar”, aconseja el psiquiatra.
Recuerda que los psicofármacos sólo pueden consumirse con indicación de un médico psiquiatra.