En la búsqueda del cuidado de la salud y el bienestar, existe un factor de riesgo común a muchas enfermedades, algunas de gran impacto como el cáncer o el Alzheimer. Se trata del daño o estrés oxidativo, proceso de deterioro celular asociado a diversas patologías y envejecimiento prematuro de nuestro organismo.
Berta Vizcarra, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián, explica cómo se produce este desequilibrio y cuáles son los compuestos involucrados. “El estrés oxidativo es un proceso que se produce cuando en el organismo se rompe el equilibrio entre antioxidantes y radicales libres (oxidantes), donde estos últimos se encuentran en mayor proporción. Los radicales libres son moléculas inestables y altamente reactivas a las cuales les falta un electrón. En el proceso de recuperar su estabilidad, los radicales libres extraen electrones de moléculas vitales como lo son el ADN o proteínas, lo cual eventualmente podría producir mutaciones que favorecen el desarrollo de diversos tipos de cáncer, enfermedades neurodegenerativas o reumatológicas”, explica.
Impactos de la oxidación celular
Cuando nuestro cuerpo está expuesto al estrés oxidativo, la estructura celular se daña, una alteración que está relacionada de manera directa o indirecta a diversos deterioros y enfermedades como:
Radicales libres y antioxidantes
Agentes externos como la contaminación atmosférica, tabaquismo y la exposición solar sin protección, incrementan los radicales libres en nuestro organismo. Para contrarrestar la acción oxidante de los radicales libres, debemos prevenir las fuentes de estos compuestos y, además, consumir antioxidantes a través de alimentos ricos en estas moléculas beneficiosas para nuestro cuerpo.
“Desde el ámbito de la alimentación podemos combatir o atenuar la acción de los radicales libres favoreciendo la ingesta de alimentos con alto contenido de antioxidantes, como lo son las vitaminas A, E y C y flavonoides”, precisa la académica.
Berta Vizcarra indica cuáles son los tipos de antioxidantes y qué alimentos los tienen en un alto contenido:
Si bien no se ha definido aún una dosis diaria de ingesta sugerida de antioxidantes, existe la recomendación para la población sana de mantener una dieta equilibrada y variada en colores, que incluya cinco porciones de frutas y verduras al día, tres de verduras y dos de frutas, unos 400 gramos en total. Además, la nutricionista y académica indica consumir 20 gramos de frutos secos diarios y legumbres dos veces por semana. “En cuanto a aceites, consumirlos preferentemente crudos o no expuestos a altas temperaturas”, acota.
Por último, Berta Vizcarra advierte que la suplementación de antioxidantes sólo se debe considerar en casos de avitaminosis (déficit de una o más vitaminas esenciales para el organismo), donde estos son indicados previa evaluación de un profesional.
Recuerda que el daño oxidativo se puede prevenir y atenuar mediante el consumo de alimentos ricos en antioxidantes, junto con evitar ambientes contaminados, el tabaquismo y la exposición solar sin protección.