¿Se te hace agua la boca cada vez que piensas en una jugosa sandía? Esta refrescante fruta, tan típica de la temporada estival, aporta numerosos beneficios para la salud, además de refrescar y quitar la sed.
“Se trata de una fruta de bajo aporte calórico gracias a que más del 90% de su contenido es agua, sumado a que prácticamente no contiene grasa y que presenta cantidades moderadas de carbohidratos simples”, señala Úrsula Inostroza, nutricionista de Universidad de las Américas.
La profesional agrega que su alto contenido de agua también favorece la hidratación profunda y ayuda a evitar la retención de líquido.
Además, destaca que la sandía es un potente antioxidante gracias a su alto contenido de licopeno, vitamina C y provitamina A. “Todo ello ayuda a combatir los radicales libres en el organismo”, acota.
Por último, Úrsula Inostroza añade que esta fruta también contiene vitamina E y vitaminas del complejo B, además aporta magnesio y potasio, por lo que la sandía también ayuda a reponer la pérdida de sales minerales.
Ahora que ya sabes algunos de los aportes de la sandía, sácala del refrigerador, busca tu delantal y prepara este novedoso postre.
Ingredientes:
– 2 tazas de sandía trozada y sin pepas (alrededor de 400 gramos)
– 200 ml de leche evaporada
– 1 sobre de gelatina sin sabor
– Endulzante a gusto
Preparación:
Pon la gelatina en un bol y agrega parte de la leche evaporada previamente refrigerada. El resto de este último ingrediente caliéntalo. Antes de que hierva, viértelo en el bol de la gelatina, revolviendo hasta que se disuelva por completo.
Coloca los trozos de sandía en una procesadora y agrega la gelatina mezclada con la leche evaporada y el endulzante a gusto. Vierte este contenido en un molde, ojalá de silicona, y llévalo al refrigerador por varias horas. Asegúrate que el flan haya cuajado antes de desmoldarlo. Decora con menta o trocitos de chocolate amargo. ¡Amarás este exquisito postre!