Por malos hábitos alimentarios y enfermedades

Si el médico pediatra o la nutricionista detectan carencias nutricionales o malos hábitos alimentarios en niños, es necesario que se indique la suplementación, “siempre como un complemento transitorio a la alimentación, hasta que el menor logre corregir sus malos hábitos alimentarios. Como su nombre lo indica, estos productos son un complemento o suplemento de la alimentación, no un reemplazo”, enfatiza el pediatra.

En los siguientes casos de patologías o alteraciones de base, un niño recibe indicación médica de suplementación vitamínica, según señala el Dr. Moraga.

• Niños prematuros
• Hijos de madres veganas. Durante la lactancia la madre debe suplementarse y así el hijo recibe las vitaminas a través de la leche materna. Luego, si el menor sigue el veganismo deberá ser suplementado.
• Enfermedades de base como fibrosis quística u otros problemas relacionados con mal absorción intestinal.
• Enfermedades de base crónicas como la epilepsia, en las que por la propia patología o por los medicamentos que requiere su tratamiento, el menor necesita suplementación de vitaminas y minerales.
• Patologías inflamatorias del tubo digestivo, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, asociadas a una deficiente absorción del tubo digestivo, por lo que el organismo no logra absorber los nutrientes de manera adecuada.
• Patologías oncológicas, porque la radioterapia y quimioterapia dañan el tubo digestivo.

“Para los niños con estas enfermedades sí es necesario la suplementación de vitaminas, por cierto, siempre bajo indicación médica”, afirma el especialista.

Además, en el caso de los recién nacidos la indicación médica considera la suplementación de vitamina D, “debiera partir desde el nacimiento, cuando salen de la maternidad a la casa, con la dosis de 400 unidades que corresponden a 2 gotitas cuando el suplemento es solo vitamina D, o bien la presentación de vitaminas A, C y D que requieren de 10 a 20 gotitas, dependiendo de la marca del suplemento”, precisa el profesional.

El aporte de las vitaminas

Las vitaminas liposolubles como lo son las A, D, E y K tienen funciones muy importantes en distintos sistemas del organismo. “Como la vitamina A que es necesaria para la salud de las capas de la piel, de las mucosas y para la salud de la visión. La vitamina D cumple funciones para la salud ósea y es muy importante para la inmunidad, mientras la vitamina E es importante en el desarrollo del sistema nervioso y la vitamina K es fundamental para el crecimiento de los huesos y la coagulación”, detalla el Dr. Moraga.

Por otro lado, entre las vitaminas hidrosolubles se cuentan la vitamina C que contribuye con la inmunidad, y todas las vitaminas del Complejo B que son fundamentales para la maduración del sistema nervioso central y en particular del cerebro, junto con el aporte de la vitamina E.

Según las distintas necesidades nutricionales, algunos suplementos vienen en formatos multivitamínicos, mientras otras presentaciones son específicas para una sola vitamina, como son los suplementos de vitaminas C o D, por ejemplo.

Para promover una alimentación variada

Por último, el Dr. Moraga orienta a los padres para la etapa en que los niños comen poco, con aversión a veces a frutas y verduras, porque prefieren jugar.

“Los padres deben evitar que eso ocurra, estimulando desde edades tempranas el consumo de alimentos naturales variados, que los niños coman acompañados de sus padres estos alimentos y no presionarlos”, aconseja.

Recuerda que las vitaminas son nutrientes esenciales para el desarrollo de los niños. Cuando hay déficit, como por algunas enfermedades, el pediatra indica suplementación vitamínica como parte del control médico.