Las cenas navideñas en Chile han ido cambiado con los años, sin embargo, el pavo ha perdurado como uno de los protagonistas indiscutidos en estas fiestas de fin de año y para compartir con la familia.
Relleno, asado, con puré de manzanas, frío o caliente, esta carne blanca magra de sabor más bien neutro destaca por lo versátil y porque puede acompañarse con todo tipo de guarniciones.
Bajo en calorías y grasas, y alto en proteínas –100 grs. contienen 22 grs de proteina –, el pavo es ideal para quienes buscan reducir peso corporal y recomendado para personas con niveles altos de colesterol en la sangre. “La carne del pavo es fuente de proteínas y vitaminas, en especial del complejo B como la B1, B3, B5, B6, biotina, B12. También contiene ácido fólico, y minerales como el fósforo, potasio, magnesio, hierro y zinc, que contribuyen a mantener al sistema nervioso sano, estimula el sistema inmunológico y ayuda a prevenir el envejecimiento celular, entre otros beneficios”, sostiene Dana Bortnick, nutricionista de Clínica INDISA.
“Las espinacas, en tanto, –que es el relleno principal de esta receta– es una buena fuente de betacaroteno, zeaxantina y luteína; tres tipos de antioxidantes muy beneficiosos para la vista. Esta verdura contiene, además, ácido fólico y algunos minerales como el potasio, zinc, magnesio, hierro y calcio, y es muy rica en fibra y agua, que ayudan a promover un sistema digestivo saludable”, asegura la nutricionista.
Busca lápiz y papel y toma nota de esta deliciosa receta de pechuga de pavo rellena con espinaca y queso de cabra
Ingredientes
1 Pechuga de pavo deshuesada grande
250 grs. de espinaca
200 grs. de queso de cabra
100 grs. de champiñones
1 cebolla
½ vaso de vino blanco
Mantequilla
Romero
Tomillo
Sal
Pimienta
Aceite de oliva
Preparación
Corta la cebolla en juliana y fríela en un sartén con aceite de oliva. Una vez que esté dorada, agrega la espinaca cortada en tiritas y los champiñones en láminas. Reserva.
Aparte en una tabla, abre la pechuga de pavo, y una vez abierta y extendida, aliña por dentro y por fuera con sal y pimienta. Coloca encima el queso de cabra cortado en cubitos, y luego el sofrito de espinacas y champiñones. A continuación, enrolla la pechuga, amárrala con hilo de pitilla y píntala con mantequilla derretida.
Con el horno precalentado, coloca la pechuga rellena en una fuente, báñala con el vino blanco y agrega romero, tomillo y orégano. Hornea durante 25, 30 minutos a 200 grados. Al momento de servir, quita el hilo con tijeras y corta las pechuga en medallones. Acompaña con arroz blanco, soufflé de verduras o ensaladas a tu gusto. ¡Y a disfrutar!