Los cuatro pilares para prevenir la hipertensión arterial
No es una exageración decir que la hipertensión arterial es un enemigo silencioso y letal, si se considera que esta enfermedad en muchos casos es asintomática y que cada año mata a 7,5 millones de personas en todo el mundo.
Sin embargo, no todo está perdido con esta amenaza para la salud pública porque cuatro de sus principales factores de riesgo son modificables, es decir, se pueden evitar si se adoptan cambios en los hábitos para llevar un estilo de vida saludable. La Dra. Paola Varleta, cardióloga de Clínica MEDS y presidenta de la Fundación Sociedad Chilena de Cardiología, explica las siguientes medidas que ayudan de manera efectiva a prevenir y controlar la hipertensión arterial.
Consume menos sal
El consumo excesivo de sodio -incluido en determinados alimentos procesados y en la sal que se agrega a la comida- es dañino para la salud. En particular, contribuye a la hipertensión arterial, además de aumentar el riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, el consumo recomendado de sodio para la población adulta es de 5 gramos al día, por lo que controlar y reducir su consumo es una medida efectiva para prevenir la hipertensión.
“Un consumo de sal inferior a 5 gramos diarios en el adulto contribuye a disminuir la presión arterial, tanto en población con presión arterial normal como en población hipertensa. Una dieta con reducción de sal puede retardar o prevenir la aparición de la hipertensión arterial”, destaca la Dra. Paola Varleta.
Ejercítate
La práctica regular de ejercicio físico, de al menos 30 minutos tres veces a la semana, es otro aliado de la salud cardiovascular.
“La actividad aeróbica constituye uno de los principales pilares del tratamiento no farmacológico en hipertensos. Existen evidencias que demuestran que con la práctica regular de ejercicios aeróbicos, por ejemplo, 30 o 40 minutos de caminata activa 3 o 4 veces por semana, se puede disminuir la presión sanguínea significativamente”, afirma la cardióloga.
Si, además, la práctica física se acompaña con una alimentación saludable, los resultados son aún mejores. “Cuando la intervención incluye la dieta además del ejercicio, se obtienen reducciones de la incidencia de hipertensión que pueden llegar a valores superiores al 50%”, destaca la especialista.
Come sano
Una dieta saludable y balanceada, que privilegie el consumo de vegetales, legumbres y pescado por sobre frituras y alimentos procesados, es otro pilar determinante en la prevención y control de la hipertensión arterial.
Por lo mismo, la dieta sana tiene una definición específica para el caso de esta enfermedad. Es la denominada Dieta DASH, que es la sigla en inglés de Enfoques Alimentarios para detener la Hipertensión.
“La dieta DASH es un plan de alimentación saludable con un alto contenido de potasio, calcio y magnesio, diseñada para ayudar a tratar o prevenir la presión arterial alta. Esta dieta, además de incorporar frutas y verduras, incluye cereales integrales, pescado y frutos secos. Limita los alimentos con alto contenido de sodio, grasas saturadas y azúcares refinadas. Los estudios han demostrado que la Dieta DASH puede reducir la presión arterial en tan solo dos semanas”, sostiene la Dra. Paola Varleta.
No al tabaco
El tabaquismo no solo provoca cáncer y patologías respiratorias, sus componentes tóxicos también tienen un impacto negativo en la salud cardiovascular.
“La nicotina y el monóxido de carbono son los componentes del humo del tabaco más dañinos para al aparato circulatorio. Los componentes tóxicos del humo del tabaco favorecen la constricción de las arterias, disminuyen el colesterol bueno (HDL) y causan un aumento de la agregación plaquetaria, y de la viscosidad de la sangre, favoreciendo la trombosis. Se describe que luego de fumar un cigarro, se produce un aumento de las catecolaminas que circulan en nuestra sangre (adrenalina) y un incremento de presión arterial y vasoconstricción”, advierte la Dra. Varleta.
Recuerda que la hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa que produce millones de muertes cada año en todo el mundo. Pero su prevención es posible adoptando un estilo de vida saludable.
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